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España España · MADRID
Voto de VALDEMAR:
3
Intriga. Thriller Harry Caul, un detective de reconocido prestigio como especialista en vigilancia y sistemas de seguridad, es contratado por un magnate para investigar a su joven esposa, que mantiene una relación con uno de sus empleados. La misión, para un experto de su categoría, resulta a primera vista inexplicable, ya que la pareja no ofrece ningún interés. Sin embargo, cuando Harry da por finalizado su trabajo, advierte que algo extraño se oculta ... [+]
24 de marzo de 2013
62 de 81 usuarios han encontrado esta crítica útil
Coppola es ese señor en cuyo currículo constan las dos películas mejor valoradas de toda la FA, y de eso no puede presumir cualquiera. Ya…

… pero yo me pregunto qué nota media tendría esta peli si la hubiese dirigido José Luis Garci que, aparte de ser español (cosa que, no sé muy bien por qué, no siempre está bien vista por los usuarios de este sitio), se caracteriza por hacer unos latazos insufribles que apestan a naftalina. Lo mismito que la peli esta, oiga!
El estilo es bastante similar, pero al pobre Garci, con el mismo percal, no le hubiese tocado en suerte un siete alto ni de coña marinera.

Esta película es un ladrillo, no sólo por su ausencia de ritmo, sino también porque el señor Coppola reproduce unas siete veces (o más) la puñetera conversación del título, que terminas aprendiéndotela de memoria, y ni pajolera falta que hacía. Terminé tirándome de los pelos de tanto escuchar a la pánfila esa contando lo de los ancianos que antes eran niños y sus papás les querían muchísimo y la madre que los parió. Qué tostón.

Gene Hackman interpreta a un señor de mediana edad y carente de sex-appeal al que persiguen las rubias, sin que el espectador llegue a entender la razón. Que, aparte de todo, es un hombre muy sieso y lleva siempre una gabardina transparente fea como un pecado, pero leñe, qué éxito.
También sale Harrison Ford, tan jovencillo y tan guapo que da hasta grima mirarle, pero éste no se come un rosco.

El caso es que el prota tiene un don para el tema del espionaje, pero luego le entra cargo de conciencia y se tiene que confesar. Algo apasionante. El clímax llega cuando el hombre se obsesiona con una taza de váter, y hasta que no tira de la cadena y le sale un alien, no se queda tranquilo.

Un rollo que no veas.
VALDEMAR
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