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España España · MADRID
Voto de VALDEMAR:
9
Drama Ernesto hace un viaje a la provincia argentina de San Luis, a un remoto pueblo en un valle puntano, para recordar su infancia y las circunstancias que han determinado su vida: sus padres se habían exiliado voluntariamente de Buenos Aires para vivir en una comunidad campesina. La llegada de un geólogo español, contratado por el cacique local para buscar petróleo, representa una amenaza para la forma de vida de los campesinos. (FILMAFFINITY) [+]
19 de febrero de 2009
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el mundo de Aristarain hay lugar para la amistad. Amistad desprovista de intereses, de celos. Cargada de afectos, de intuiciones, de pureza, de cosas que compartir, de LEALTAD, de alma, de vida, de alegrías y penas. Amistad que surge del flechazo, de ese instante en el que al tener a un desconocido delante por primera vez sabes que va a ser alguien muy importante en tu vida.

En el mundo de Aristarain hay lugar para los ideales. Los ideales que te mueven a ser justo, considerado, amable, a cuidar y proteger. Los ideales que te definen como persona, los que te realizan, los que te llenan de soberbia. Los que te mueven a destruir el pan de tus compañeros, pero no a preguntarte si se merecen tu comprensión y tu respeto. Los que te llevan a renunciar a la persona a la que amas, pero no a preguntarle a quién ama ella.

En el mundo de Aristarain hay lugar para la búsqueda. Para explorar caminos nuevos que te alejen de lo rutinario, que te permitan conocer otros países, otras gentes, que hagan que te plantees si tus proyectos de futuro planificados en tu pasado, siguen siéndolo en tu presente.

En el mundo de Aristarain hay lugar para los encuentros y las despedidas. Encuentros amables, despedidas desgarradoras.

En el mundo de Aristarain hay lugar para el AMOR. Amor cotidiano, sincero, cómplice, desgastado. Amor extraño, nuevo, callado, cargado de deseo, deseo extraño, nuevo, callado.

En el mundo de Aristarain hay lugar para la poesía. Y también para el CINE.

En el mundo de Aristarain hay lugar para José Sacristán, Cecilia Roth y Federido Luppi. Hay lugar para el flechazo, para enamorarte de ellos desde el primer visionado, apasionadamente y para siempre.

Si tuviese que ponerle un adjetivo a la película en su conjunto, diría que es MARAVILLOSA. Adjetivo este cursi de lo más, cuando lo definido no es cursi en absoluto, pero es que no se me ocurre otro, tal vez porque no haya ninguno que abarque todo lo que quisiera expresar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
VALDEMAR
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