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España España · MADRID
Voto de VALDEMAR:
2
Romance. Drama Lai Yiu-Kai y Ho Po-Wing viven una apasionada relación. Viajan desde Hong Kong a Argentina, pero la llegada al nuevo país parece transformar las cosas y Ho, de repente, abandona a Lai. Éste comienza a trabajar como portero de un bar, con el único afán de reunir el dinero suficiente para volver a su país. Un día Ho reaparece, pero las cosas ya no son iguales... (FILMAFFINITY)
4 de enero de 2012
21 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wong Kar-Wai hace unas películas que son todas un coñazo. Yo sólo he visto tres, lo mismo me precipito al decir tal cosa, pero os juro por lo más sagrao que las tres lo eran, y mucho. Su cine tiene los mismos efectos que la picadura de la mosca tse tse. Pero es que esta película, además, es una mariconada, y lo digo con acritud, sí, pero no hacia su temática homosexual, sino hacia su concepto visual y narrativo.

Lo único que el director parece tener claro es que el público le indifiere, y si se aburre, que le zurzan. Él no va a renunciar, por algo tan minio, a desarrollar todo su catálogo de experiencias visuales, que es muy extenso. Pero, en mi opinión, sería más sensato por su parte que se decidiera por una manera concreta de presentar su película, en vez de mezclar peras con tornillos.

La cosa arranca con la pareja protagonista pegando un polvo en blanco y negro. Luego no sé que hacen y terminan perdidos en la carretera, también en blanco y negro. Y, de repente, CATAPÚN. Las cataratas del Iguazú en brillantes tonos pastel mientras Caetano Veloso se canta lo del cucurrucucú paloma. Redios, qué espanto. Igualito que los poster 3D que venden en los bazares chinos, sólo que esos, al menos, vienen sin cucurrucucú. Tras esta inconcebible secuencia, el director empieza a intercalar aleatoriamente blanco y negro con color y, aún más, en ocasiones, al color le pone colorín, sobre todo al colorado... Tras media hora ya no sabes ni lo que estás viendo, ni mucho menos te importa.

Seré breve analizando el argumento: no tiene.

Sí, bueno, va de una pareja homosexual, pero eso es tema, no argumento.

Yo siempre procuro respetar todos los gustos, incluso los que no comprendo. Sé que hay gente que pierde el seso por los restaurantes esos de a doscientos pavos el cubierto, en los que te sirven un buñuelo de trufas salvajes con un guisante esférico de guarnición, enmarcado dentro de un corazón dibujado con salsa de grosellas del jardín de la abuelita y presentado todo en un plato enorme que, aparentemente, te traen vacío. Lo llaman degustar.
Yo prefiero pedirme un chuletón con papas, y dejarme de mariconadas.

Lo dicho, Wong Kar-Wai hace unas películas que son todas un coñazo, ideales para los come poquito.
VALDEMAR
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