Este es un magnifico ejemplo de película oscilante.

A lo largo del metraje pasas por diferentes estados de ánimo, de agrado, de desagrado, de desinterés, de profundo interés que te clava al asiento, de precedir cada paso que da va a dar la trama, de sorprenderte con algún detalle que no esperabas… Viene y va.

Creo que está bastante mejor rodada que escrita. La cámara de Bigelow me llega a apasionar por momentos. Retrata la cotidianidad de un soldado en territorio hostil y lo hace sin tapujos, sin querer estorbar, siendo una mera espectadora que, de vez en cuando, se permite el recurso del zoom para saciar su curiosidad y la del público. Crea con esto grandes secuencias de suspense y tensión.

La película está muy bien rodada y montada. Hasta aquí el buen rollo.

Pero la historia no fluye. Nos sitúa en un contexto y ya no se molesta en más. Los personajes carecen de interés o profundidad. Recuerdan a los personajes de cualquier buddy movie ochentera. Y además, el guión es tramposo y algo torpe.