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España España · MADRID
Voto de VALDEMAR:
3
Drama Durante los años 60, la iglesia de los Santos Ángeles y su escuela eran el centro de la "Cocina del Infierno", un barrio marginal de Nueva York. Allí podían refugiarse los niños marginados. John, Lorenzo, Michael y Tommy son cuatro amigos que tratan de sobrevivir en el barrio, y cuya única guía moral es el padre Robert Carillo, un tipo criado en las calles que intenta que no se desvíen del buen camino. Sin embargo, tras una fechoría ... [+]
17 de febrero de 2010
50 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos en Hell’s Kitchen (la cocina del infienno), un barrio marginal de Nueva York donde habita un grupo de muchachos que son muy amigos. El barrio es algo chungo y hay mucha inmigración, lo que favorece el establecimiento allí de la mafia. Y el capo es nada menos que Vittorio Gassman. Ahí es ná.

Resulta que el prota entra en contactos con la mafia, convirtiéndose en el chico de los recados de Gassman, y la peli empieza a recordar a otras, del tipo “Una historia del Bronx”, y además, aquí también sale De Niro, con un personaje de lo más carismático.

De Niro es el párroco del barrio y, además, es muy amigo del chico protagonista y del resto de su grupo y está decidido a cuidar de ellos y ser su guía moral, así que, eso de que vayan con mafiosis no le hace ninguna gracia e intenta persuadir a los muchachos.

Pero de repente, resulta que todo esto era un prólogo, y la presencia de De Niro se ocupa más de proteger a los chicos del maltrato recibido en sus hogares. La peli denuncia así a la sociedad machista de los sesenta, en la que muchos individuos de baja estofa zurraban a sus mujeres por creerse en su derecho, y también a sus hijos porque esa era, según ellos, la mejor manera de convertirlos en hombres. Para dejar constancia de que la historia transcurre en los sesenta, a cada rato nos torturan con los inefables Beach Boys.

Vale, no, pero espera. En realidad la película nos quiere contar cómo era la vida en un correccional de menores. Por fin nos vamos centrando…

Ah!, pues no. Que ésto va de pederastia y malos tratos en general, retomando así el tema anterior.

Uy! Pero cómo han crecido estos chiquillos de sopetón… Pero qué ojazos se le han quedado al prota… qué guapetón se ha puesto… si de niño era una birria y ni tenía los ojos azules ni ná, o lo mismo sí, pero los tenía tan pequeños que no se distinguía el color… y mírale ahora. Y el otro… joder, pero si el enclenque se ha transformado en Brad Pitt.

Los otros dos amigos no son tan guapos. Espera… ¡es que son delincuentes! Vaya por Dios. ¡Son delincuentes pendencieros y asesinos de la peor calaña! Ahora lo entiendo. La peli va de los daños que una serie de experiencias crueles y traumáticas ejercen sobre un niño, y cómo, de adulto, las secuelas le llevan a la delincuencia, sin remisión. Bueno. No está mal el tema. Cogido con alfileres, pero bueno… vamos a ver qué pasa ahora.

Ah!, que no. Que tampoco va de eso. Que es una peli de juicios. Después de un rollo de hora y media, resulta que es una peli de juicios. Y yo que la empecé a ver porque pensaba que iba de mafiosos, con lo que a mí me molan. ¿Y qué habrá sido de Vittorio? Bueno, aquí tenemos a Dustin Hoffman… pena que por esta época ya llevase 10 años haciendo el rain man, porque éste era buen actor… aunque su personaje tampoco da para mucho…

¿Pero qué clase de juicio es éste? ¡Qué parida! Levinson no tiene juicio.

Pero ¿DE QUÉ COÑO VA ESTA PELÍCULA? 140 minutazos para contar de todo y no contar de nada.
VALDEMAR
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