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España España · Madrid
Voto de triforme:
7
Drama. Acción Segunda Guerra Mundial, año 1943. El comandante del campo de concentración de Gensdorff (Max von Sydow), que antes de la guerra había formado parte de la selección alemana de fútbol, se interesa por un grupo de prisioneros que practica este deporte. Se le ocurre entonces la idea de organizar un partido en el que se enfrenten una selección alemana y una selección formada por prisioneros de guerra. Aunque al principio los aliados rechazan ... [+]
17 de septiembre de 2012
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo estaba en contra. Las películas de fútbol suelen ser malas. Si además incluyen en el reparto a alguna estrella del balón pueden ser lamentables (La saeta rubia, Los ases buscan la paz). La presencia de Silvester Stallone parecía una elección puramente comercial, para aprovechar su tirón tras el éxito de Rocky y hacer caja. El argumento podría haber dado para otra película propagandística de mierda como las nombradas anteriormente. No nos engañemos, ¿unos oficiales alemanes jugando un partido contra unos prisioneros de guerra aliados en plena II Guerra Mundial?, ¿y de protagonistas unos cuantos exfutbolistas y alguno que otro aún en activo?. Así las cosas parecía que ni Max Von Sidow ni Michael Caine ni el mismísimo John Huston serían capaces de hacer algo potable del asunto.

Pero entonces suena el silbato y resulta que la peli es buena. El campo de prisioneros está bien recreado, hay un guión convincente y un puñado de personajes inolvidables. Las escenas de fútbol están razonablemente bien rodadas y Stallone no rechina en su papel como podía suponerse sino que da un toque pintoresco y un motivo para que los demás futbolistas se puedan cachondear de algún neófito. Toda la película tiene un aire de clásico instantáneo que tira de espaldas, comercial, eso sí, pero clásico indiscutible como lo pueda ser un Madrid-Barça. Lo que es toda la secuencia del partido está rodada con maestría y sabe transmitir muy bien la fuerza del deporte rey y la emoción y sentimiento que un simple gol puede transmitir a las gradas. Teniendo en cuenta el contexto histórico en que se produce se puede comparar la furia con la que se rebela el público a la archiensalzada Marsellesa de Casablanca sin ningún reparo señores.

Lo dicho, una alineación llena de astros y un tal Pelé marcando el de Hugo al Logroñés. ¿Quién coño dijo que los amistosos eran aburridos?.
triforme
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