A pesar de ser ópera prima, "María (y los demás"), que parece que no cuenta nada del otro mundo, ninguna clase de situación típica que no hubiésemos visto antes abordada por algún que otro director, como León de Aranoa en su "Familia", mucho más alocada y llevada al exceso, dado que la situación que se nos plantea aquí es una situación familiar que no se va tan de padre, y que está abordada desde un naturalismo muy agradable y que demanda la película, un poco a la francesa (Hay algo de Röhmer en éste planteamiento de Reguera), esa comida al aire libre, esas discusiones, pero también algo torpe, pasional, y humano. Y es lo increíblemente egoísta que pueden ser las personas de una familia, y la gente en general, porque de aquí no se salva ni María, que es un personaje al que vamos desmenuzando progresivamente, y que vemos cómo desde un abordamiento de persona madura, se va haciendo cada vez más chiquitita, hasta terminar como una niña pequeña, jugando precisamente a ser escritora (algo que en el fondo le gustaría ser, y no es... ). Frustraciones amorosas, sueños, laborales, de relaciones familiares, en donde María no sólo es la protagonista sino también antagonista (a veces, no siempre), en una comedia dramática muy bien llevada, con un reparto estupendo, todos y cada uno de ellos, nada forzados, todos dentro de su papel, y con su especial momento en particular. Es una película a la que no le sobra, ni le falta absolutamente nada, y encontrar algo así en guión hoy en día, es muy, pero que muy complicado. Lennie está soberbia, debería haberse llevado el Goya ex-aquo con Emma Suárez por "Julieta".

Eso sí puntos en contra: que estoy harto de los abordamientos con cámara al hombro, o quasidocumental del cine español, y en general en el cine actual, parece que el trípode no se usa porque bueno... ¡No es suficientemente realista! Putas modas de filmación...

Ah, y digan lo que digan, ésta película le da 100 vueltas a "Moonlight" y es mejor que "La la land".

Éste año se está intentando vender "Estiu 1993" (Verano del 1993), como la mejor ópera prima del año, también dirigida por una directora, Carla Simón. La de Nely Reguera, también es muchísimo mejor, y eso que ambas están dirigidas de forma muy similar, y juegan unas cartas bastante parecidas en cuanto a contenido, forma y temática.

Abrazos y pies.