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Chile Chile · www.elotrocine.cl
Voto de Wladimyr Valdivia:
8
Drama Que te gusten los chicos, o quizá encontrar que son estúpidos; ser supercercana con tu mejor amiga, y aun así no contarle tus secretos; tener problemas en el colegio y unos padres aburridos. Este es el tipo de problemas a los que se enfrenta una niña de 13 años. Para Sara eso no tiene nada que ver con el hecho de que su mamá viva con otra mujer. Aunque su padre no piense lo mismo. (FILMAFFINITY)
18 de noviembre de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corría el año 2003 en Chile cuando, tras tres instancias judiciales, Karen Atala, una destacada abogada y jueza chilena perdía la tuición de sus hijas a causa de una demanda del padre, ya que la madre convivía junto a su nueva pareja. ¿La demanda? “No se encuentra capacitada para cuidar de las tres niñas, dado que su nueva opción de vida sexual sumada a una convivencia lésbica, estaban produciendo consecuencias dañinas al desarrollo de estas menores”. El caso fue llevado por la abogada a la Comisión Interamericana de DDHH, obligando al Estado de Chile siete años después a corregir la decisión, en un hecho emblemático para el continente.

Inspirada en el caso mencionado, Pepa San Martín dirige su primer largometraje, ‘Rara’, que coronó con el Premio Horizontes Latinos en el último Festival de San Sebastián. La cinta, lejos de biografiar el hecho, cuenta la historia de Sara (Julia Lübbert), una niña de 13 años que vive junto a su hermana menor Cata (Emilia Ossandón), a su madre (Mariana Loyola) y su pareja, Lia (Agustina Muñoz). Pero el siempre complicado inicio de su pre adolescencia se ve afectado por su padre (Daniel Muñoz), el que no aprueba que sus hijas convivan bajo el mismo techo con su mamá y su novia.

Junto con Sara, el espectador recorre sus días en el colegio, sus tardes en su casa de Viña del Mar junto a su familia, su interés por el niño que le gusta, sus conversaciones cotidianas y certeras con su mejor amiga y compañera en el pasillo y baños del colegio, y sus discusiones con la Cata. Sin embargo, es consciente de su situación: está en la mira de una sociedad que la apunta, que murmura tras las paredes, que la mantienen al filo de la normalidad, la aceptación o el cuestionamiento. San Martín consigue, desde la primera escena, hacernos parte de una familia encantadora, espontánea y natural. Bastan diez minutos para comprender años de historia. Así mismo, la posición del padre, sin ser ausente, también es explícita con las escenas siguientes. Con gran parte de las bases narrativas logradas, lo que queda no es más que una hora intensa de emociones que nos trasladan desde la alegría a la impotencia, del amor al odio, de la inocencia a la madurez.

La relación homoparental nunca es puesta en juicio por el relato ni expuesta de manera soterrada. La sensibilidad de la cámara de San Martín junto con el acabado guión -a cargo de la misma directora junto a Alicia Scherson (‘Play’, ‘Turistas’)- que no deja espacios para dudas o inconsistencias, naturalizan cualquier posibilidad de evaluación; nos convertimos rápidamente en un integrante más de la familia y no podemos hacer otra cosa sino empatizar con lo que significa para Sara, su hermana y su madre, dejar su casa para irse a vivir junto a su padre, demanda mediante. Llena de grandes momentos, en ‘Rara’ todo conspira para crear un relato mágico donde, paradójicamente, la realidad abunda y la palabra “injusticia” no hace más que removernos el piso y ver con otro cristal una verdad mucho más latente que la que podamos llegar a pensar. Escenarios acotados a interiores y locaciones mayormente cerradas también constituyen un trabajo de diseño intimista y totalmente necesario.

La otra mitad del éxito de la cinta la consigue su reparto de excepción. Tanto Julia Lübbert como la pequeña Emilia Ossandón se roban todas las miradas con un trabajo de interpretación superlativo, quienes resultan un deleite para la cámara a pesar de sus cortas edades, lejos de cualquier sobreactuación y con una facilidad de diálogo y trabajo físico envidiable para cualquier experimentado actor nacional. Por otra parte, tanto Mariana Loyola (‘La Nana’, ‘Génesis Nirvana’) como Agustina Muñoz (‘Viola’, ‘La Princesa de Francia’) sostienen una cinta desde la psicología femenina, donde todo el tiempo se respira inteligencia y mucho sentido común.

‘Rara’ es una película necesaria que, tras los créditos, provoca querer seguir conviviendo con ellas, verlas crecer, madurar, evolucionar, y que sin permiso, nos viene a educar; nos toma del brazo y nos abre los ojos. Desde la inocencia de una niña hasta el dolor de una madre y la malentendida preocupación de un padre, Pepa San Martín debuta en el cine con un filme sensible, potente y obligatoriamente pedagógico.


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Wladimyr Valdivia
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