Haz click aquí para copiar la URL
Voto de antonio1004:
8
Thriller. Drama Cuando la joven y querida princesa Susannah es raptada, el primer ministro Michael Callow se enfrenta a una difícil y delicada situación. Para ponerla en libertad, el secuestrador exige que el primer ministro tenga relaciones sexuales con un cerdo y sea retransmitido en directo... Primero de los episodios independientes de "Black Mirror", serie creada por Charlie Booker, antiguo crítico televisivo de "The Guardian" y artífice de "Dead Set" (2008). (FILMAFFINITY) [+]
10 de enero de 2012
49 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los cinco primeros minutos de ‘The National Anthem’ (cuyo guión firma el propio Charlie Brooker, creador de Black Mirror) son toda una declaración de intenciones. No hemos visto nada igual, quizás ni estamos preparados, pero no podemos apartar la mirada de la pantalla. La cara de ese primer ministro británico lo dice todo, cada diálogo, cada nueva impresión, hasta su última reacción ante semejante petición terrorista.

¿Y ahora, qué?

Ahora, nosotros. Conforme aumentan las visitas del video en youtube, se produce una carrera contra el crono y la dignidad (la suya y la de todos) en la que las redes sociales demuestran que no se puede ocultar la verdad durante mucho tiempo. Ya nada es privado, todo es público e instantáneo, incluso lo más íntimo y desagradable de uno mismo, sobre todo eso. Presenciamos como la progresiva difusión del video, cual lección de ligar de Salvador Raya, deja al Primer Ministro contra la pared, la peculiar demanda a la que se ve sometido genera una expectante bola de nieve superior a la de cualquier tweet de Bisbal y Alejandro Sanz juntos.

Pero si esto funciona es porque la representación del teatrillo es ejemplar, esa realidad alternativa es creíble hasta el último detalle, parece la nuestra. En el fondo, lo es. Los secuestradores bien podrían ser Anonymous, y mientras en televisión se informa de lo que nos quieren y pueden contar, asistimos a la lucha de la prensa por la exclusiva, vemos al gabinete político tratando de ocultar la noticia, a las fuerzas especiales buscando a los culpables, la íntima reacción al acontecimiento en el matrimonio del Primer Ministro y hasta a la Casa Real haciendo acto de presencia. El impacto es total en apenas unas horas y los culpables no somos otros que nosotros, cómplices del trending topic, verdugos del share, pendientes de una pequeña pantalla que nos va a mostrar el límite que nunca debía cruzar. En lo que, si no se había convertido ya, se convertirá siempre que haya alguien del otro lado deseando verlo. O aunque no quiera y diga que ve los documentales de La 2.

Se enciende la señal. Cuando entra el Primer Ministro caminando frente a la cámara me gustaría pensar que por su cabeza pasa aquella canción de Tachenko, y tarareara: “No tengo escapatoria y no es ningún pretexto. Por mucho que te digan por ahí, me gustas más que el resto.“

¿Y después, qué?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
antonio1004
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow