Segunda de la "nueva trilogía" de "Parque Jurásico" después de la medianamente aceptable (aunque cada vez peor según la revisito) "Jurassic World", esta "El reino caído" supone más de lo mismo pero multiplicado por 10, por lo que la calidad decae muchísimo. Tengo entendido que "Dominion" es aún peor así que se confirma la deriva irremediable de la saga y de buena parte del cine actual, falto de ideas, falto de imaginación y falto de pelotas para hacer algo nuevo sin cargarse películas y sagas míticas. Siempre tendré gratitud hacia Spielberg, pero es de juzgado de guardia lo que está haciendo desde hace años por dinero.

Ya empieza mal, con los humanos queriendo salvar una especie ya extinta del mismo final que tuvo hace millones de años y a la que revivió pero muy difícil por no decir imposible de integrar en un ecosistema actual (aunque suene cruel, que perezcan en una pequeña isla sin importancia sería la mejor solución, pero para qué vas a pedir algo de lógica), pero luego, pese a que la peli es entretenedilla, no hay por donde cogerla. Se ahonda en la infantilización de todo, en la "mamiferización" de los dinos (no hay que ser un experto en animales para saber que los reptiles, ni siquiera los pájaros, maldita sea, carecen de la empatía con el ser humano que pueda tener un perro, un gato, un elefante o un caballo, etc) y en recurrir constantemente a la nostalgia de la Jurassic Park del 93, como el viejo T-Rex, paseado como si fuera el Cid, las eternas melodías de Williams o el recuerdo de Hammond, por no hablar de Jeff Goldblum poniendo el cazo para salir 2 minutos.

Reconozco el carisma y el encanto de Chris Pratt, pero lo que hace su personaje es demencial, como si unos raptors fueran mascotas achuchables, por no hablar de que ahora mete buenas hostias a las personas cual Chuache. Por lo demás, sigue el esquema de toda peli woke actual: los malos son casi todos los hombres, que en el fondo son bobos, y el capitalismo, mientras los buenos son las mujeres, que son empoderadas y racializadas. Si ya de por sí la película es una confusa ensalada de géneros, luego está el toque de cuento gótico habitual en Bayona, incluidas la mansión y la Chaplin en un papel prescindible.

Casi el único momento destacable, por original y emotivo, es el lamento del diplodocus segundos antes de que la lava lo devore mientras el barco se aleja. Película y trilogía totalmente innecesarias.