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Voto de Quique Martín:
6
Intriga. Thriller. Drama. Terror Un accidente industrial causa un terrible incidente medioambiental en una bucólica ciudad del medio-Oeste americano, cubriéndola en una nube tóxica. Jack, un profesor universitario que ha vivido rodeado del ruido blanco de la alta tecnología, las señales electromagnéticas y el consumismo, se ve obligado a enfrentarse a su propia mortalidad.
1 de enero de 2023
21 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
A lo largo de su carrera, Noah Baumbach ha ido jugueteando con el humor, los sentimientos más profundos y el drama social -en ocasiones por separado y en otras mezclándolos en la misma película- consiguiendo crear varias grandísimas obras que son referentes claros y evidentes del cine independiente americano. Películas como “Una historia de Brooklyn”, “Frances ha”, “Mientras seamos jóvenes” o la más reciente -y también para Netflix- “Historias de un matrimonio” nos enseñan que el director neoyorquino es uno de esos privilegiados que están muy capacitados para contar historias pequeñas -pero tremendamente interesantes y certeras- sobre las personas y cómo actuamos en determinadas situaciones.

El pasado nueve de diciembre llegó a nuestra cartelera “Ruido de fondo” -a Netflix llegará el próximo 30 de diciembre- su nueva película donde Baumbach está más desatado que nunca, a un nivel en que no le habíamos visto anteriormente. En esta ocasión el director y guionista estadounidense ha decidido adaptar el libro homónimo de Don DeLillo y no tengo claro hasta que punto ha conseguido salirse con la suya. La novela de DeLillo -y la película de Baumbach- trata sobre una familia tremendamente particular que se ve envuelta en una serie de situaciones surrealistas que tienen que decidir cómo manejar de la mejor manera posible -estoy siendo parco en palabras para no revelar más de la cuenta-.
El primer problema que encuentro en la adaptación es, precisamente, la dificultad de adaptar a DeLillo. La novela es una de esas historias que tienen un tono tremendamente particular y personal -como todo lo que ha escrito el autor, dicho sea de paso- y pasar ese tono satírico, de humor negrísimo, y plagado de situaciones surrealistas a la gran pantalla es una tarea ardua y tremendamente compleja. Especialmente porque al no tener en todo momento la perspectiva de lo que piensan los personajes -aspecto importante en el libro- el guion debe intentar ingeniárselas para resultar convincente sin ese aspecto. Y no sé si lo acaba de conseguir.

Baumbach ha decidido tirar mucho más por la corriente cómica que por la dramática y esto le trae, en mi opinión, resultados desiguales. Durante la parte cómica la cinta me funciona muy bien. Toda la parte del personaje de Adam Driver -que está fantástico, como siempre- en la universidad. Y sus miedos por no saber alemán creo que está muy bien explotada y que entrega muchos momentos divertidos que arrancarán más de una carcajada. Igualmente, el éxodo al que se ve arrastrada la familia también está impregnado de ese tono cómico que tan bien le sienta -ojo al momento coche y bosque y su resolución-.
El problema viene, para mí, cuando la cinta se mete en su vertiente más dramática y seria. El afrontamiento de temas como el sueño americano, el miedo a morir o la paternidad/maternidad creo que no están bien definidos. Y que, además, al tener una diferencia tonal tan grande con las partes más hilarantes se consigue que notemos aún más que no funcionan bien. Es como si se hubiesen intentando introducir temas muy serios y sesudos psicológica y filosóficamente hablando, en una película que está tan lanzada al tren de la comedia negra que ya no puede detenerse para dejar subir a nadie más.

Es una lástima porque soy un ferviente admirador de Baumbach, pero tengo la sensación de que es la primera vez que pega un ligero patinazo. Obviamente, esto no quiere decir que estemos ante una mala película, ni mucho menos. Pero si que estamos ante una propuesta que no acaba de carburar para conseguir los habituales niveles de excelencia del realizador norteamericano. Quizá, si se hubiese decantado más claramente por una de las dos vertientes que nos expone la película -y de paso reducido el metraje, que creo que es excesivo- tendríamos una película más pequeña, pero mucho más eficiente narrativa y tonalmente. En cualquier caso, si os gusta Baumbach dadle una oportunidad, quizá a vosotros/as si os acaba de cumplir bien.

Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv
Quique Martín
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