Interesante largometraje dirigido por John G. Avildsen.

La historia se centra en una familia neoyorkina compuesta por un adinerado jefe de familia, su elegante esposa y la hija de ambos quien, en los resabios del movimiento hippie ahora en declive debido a los crímenes de Charles Manson y su impacto en la sociedad, se enamora de un joven malviviente, adicto a las drogas.

La cinta se torna entretenida debido al realismo de sus personajes. Joe (grandioso Peter Boyle) es la representación más fidedigna del verdadero americano, aquel que forma parte de la "mayoría silenciosa" a la que se refirieron los presidentes republicanos Nixon, Reagan y Trump. A lo largo del filme, uno no sabe hasta qué punto puede llegar este señor calvo, habitué de bares que utiliza para beber grandes cantidades de alcohol, insultar con ganas y realizar discursos políticos polémicos.

Finalmente, es curioso observar el primer papel dentro del séptimo arte de la extraordinaria Susan Sarandon. Sus ojos saltones expresan mucho. Actúan independientemente del cuerpo que los contiene. Algo parecido a lo que sucede con Al Pacino.