Entre 1956 y 1958, en el volumen titulado "Guerra del Tiempo", el magnífico narrador cubano Alejo Carpentier escribe algunos de lo cuentos más elaborados en lengua española. Puesto que ignoro las referencias que algunos compañeros realizan en la web y lo mío es la literatura, me arrimo a sus referencias que considero anteriores a las formulaciones fílmicas.

Álex Pastor hace un digno trabajo reelaborando un motivo literario, antes que fílmico, cuyo origen se pierde en la tradición oral: la del anciano niño, cuyos detalles no quiero desvelar.

Ya en el cuento "Viaje a la semilla" de Carpentier asistimos a un relato que se deshace. En el ínterin de un día, la casa en demolición se reconstruye y con este mágico hecho, los personajes que la habitan viven una inversión de sus días. Otra forma de existir se hace posible. Otra forma de conciencia.

Aunque la formulación de Carpentier sea con mucho la mejor en cuanto a una nueva orientación de las reflexiones sobre el tiempo en distintas direcciones, no debemos engañarnos. El motivo del anciano niño que penetra en las obras de Fitzgerald (¿recuerdan "El curioso caso de Benjamin Button" de sus "Tales of Jazz age"?) o del genial gallego Rafael Dieste constituyen un referente olvidado de la tradición.

Pastor le confiere un honesto, frío, a la par que conmovedor aliento a esta veta temática. Sólo por ser capaz de invertir en una temática minoritaria y hacerlo con honradez en el también minoritario género del corto, Álex Pastor merece un aplauso. Ojalá su línea la continúen otros cineastas.