Mi escasa experiencia vital termina marcando una inevitable brecha generacional con este tipo de humor. No obstante, no me impide disfrutar de esta comedia, que dispone de doce capítulos cortos, uno por cada mes del año, para construir una divertida narrativa costumbrista con sentido cronológico que presenta absurdas situaciones cotidianas, con múltiples e ingeniosos giros de tuerca, vividas por un matrimonio español extraordinariamente ordinario integrado por Esperanza Pedreño y un Raúl Cimas excelente, en su salsa.

La serie expone los grandes conflictos de este matrimonio, que, en realidad, son situaciones mundanas, frívolas e insustanciales exageradamente infladas por una absurda falta de comunicación e inesperados cambios en los acontecimientos que continuamente rizan el rizo, que perturban sus acotadas vidas y complican las tesituras más fáciles de resolver. Los personajes derrochan poca personalidad, un nulo carisma, el combustible que inunda sus vidas incendiado últimamente por sus ligeros roces personales. El formato de entrevista contribuye positivamente a un montaje dinámico, sobre todo, cuando aparecen personajes secundarios del barrio, que da una vida aún más ordinaria a la serie, un recurso costumbrista inteligentemente utilizado.

Supongo que dibuja una desvergonzada, divertida pero, quizá, fidedigna imagen de la espiral de decadencia absurda experimentada por millones de personas, arrastradas por la monotonía de la vida moderna. Una imagen apesadumbrada en el fondo, pero el metraje tiene un desenlace bastante ligero, despreocupado, alejado de ninguna pretensión, que busca naturalmente en los pequeños detalles la razón para sonreír, para disfrutar de la vida.

Average: 3.15 / 5.0.
Rating: Decent to Strong 6.