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España España · Ciutadella de Menorca
Voto de Joan:
8
Comedia. Drama. Romance Film que consta de tres episodios protagonizados por Sophia Loren y Marcello Mastroianni. El primero narra la historia de una napolitana que vende cigarrillos de contrabando y que está permanentemente embarazada, pues mientras esté en ese estado no entrará en la cárcel. En el segundo episodio, Loren encarna a la esposa de un millonario. Y en el tercero, vive un intenso romance. (FILMAFFINITY)
1 de octubre de 2009
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mujer y el hombre (latinos e italianos, en este caso) observados bajo la mirada de tres distintos prismas, que producen variaciones en la personalidad de ella y -más bien pocas- en la de él. De cómo diferentes mujeres llevan a su terreno al macho o lo sacan de él cuando les place. El sexo como pilar central del imperio de la dominación, de la domesticación del ser masculino por parte de la fémina. Sexo encarnado, nunca mejor dicho, por el bello, generoso y exuberante chasis de la Loren; un cuerpo invitador e incitador al disfrute, a la inmersión incondicional en el goce corporal, al intercambio de favores cárnicos.

Como he apuntado al principio, parece como si importara menos la condición personal del hombre en las tres historias, pues el personaje tiene en ellas el nexo común de querer lograr la fogosa fusión de su cuerpo con el de la Venus de turno. En cambio, dicha Venus posee como medio poderoso la debilidad, el apetito del macho, por el manjar sicalíptico. En divertida forma se nos ilustra con: Una mujer que hace de embarazos continuos e ininterrumpidos su inmunidad frente a la cárcel; otra de vida insatisfecha y ávida de aventura; por último (en la más lograda historia), vemos como una hetaira autónoma con piso, con la pura y simple abstinencia sexual mediante, puede hacer que un mozuelo vecino y seminarista recapacite sobre sus intenciones de dejar todo, y que un ardiente cliente se quede, el pobre, compuesto y sin cana al aire.

En conclusión, los hombres tenemos el sexo como un fin. Ergo: Las mujeres lo tienen como un medio: Nuestro fin es su medio. Por lo demás, bienvenidos al mundo de Sophia Loren, esta "mamma italiana" capaz de encender pasiones en el espectador. Esto último, empíricamente comprobado con un servidor como cobaya.

P.D.: Impagables los aullidos que pega Marcello Mastroianni durante el célebre y celebrado striptease de ella.
Joan
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