Película estúpida por naturaleza. Dios, ¡cuánto temor debe tener el Vaticano ante una eventual caída de la Fe, gracias a este bodrio!. El Papa alemán seguramente debe administrarse Valium cada noche, para poder conciliar el sueño y no soñar con María Magdalena, la supuesta esposa de su Jefe. En Argentina, con el Señor mediante, se puede alquilar este clase de idioteces a menor precio a causa de las copias marginales, que ciertamente abundan y que en definitiva constituyen un delito. Sin embargo, me atrevo a decir que tanto Howard como Brown pretenden estafarnos con sus imbecilidades y es realmente un robo, pagar por un ticket de cine, un alquiler de copia legal o el libro en sí. Cararrotas como Brown o porqué no, Rowling y su no menos ridículo hechicerito, llenan, no ya sus bolsillos, sino verdaderas cuevas de Alí Baba de euros y/o dólares merced a millones de idiotas útiles que se precian de tal y hasta se envanecen de serlo.
Howard: volvé al Grinch, era más entretenido. Brown: dedicate a vender chorizos y haz penitencia por el resto de tu vida. Hanks: con la cara de bobo que no entiende nada hasta casi el final de esta porquería, regresá a Greenbow, Alabama...