No va con ánimo de discriminar, pero lo que tenemos delante claramente es un producto más ideado para ellos que para ellas. Mala no me ha parecido, por un lado mientras la veía en varios momentos me hacía gracia, y en los demás era simplemente entretenida. Además no es ni demasiado corta ni larga, la duración está en el punto óptimo, y como recalco, en los 95 minutos que junta nada parecido al tedio o al aburrimiento me ha asolado y eso ya es de agradecer.

Su mayor hándicap, es que quizás no sea tan tan tan graciosa como uno pueda presuponer o esperar de un producto que cuenta con un extensísimo elenco de actores cómicos, no obstante, al margen de algunas zafiedades que dan demasiado el cante, metidas a destiempo, encuentro esta película curiosa, no tiene malos diálogos, y esas conversaciones entre los personajes son los que va marcando el tempo de la película, dándole el sentido y las pautas adecuadas. Esos diálogos, en mi opinión presentan por momentos una seriedad relativa, la suficiente como para llevar el peso de la película, pues es la vía a través de la cual los personajes expresan sus sentimientos, malestar, experiencias acaecidas y su personalidad adquirida a lo largo de esos 20 años. Sé que se trata de un resumen bastante más serio que eso lo que estoy describiendo, pues al fin y al cabo el esquema de la película no deja de ser sumamente simple, no obstante creo conveniente mencionarlo.

Otro motivo por el cual esta película me ha inspirado esa 'curiosidad' a la que con tanto ahínco hago referencia es el cultural. Y es que en EEUU la cultura, las tradiciones, las costumbres y todo eso que podríamos llamar 'modelo de vida' es bastante diferente que aquí en España, a pesar de que los dos países compartan la cultura occidental. De ahí que algunos aspectos de la película, las bases de las cuales a todos nos son bien conocidas, no nos resulten tan familiares, pues las relaciones amistosas que solemos entablar en este país no están regidas por unas propiedades exactamente iguales, ni de lejos. Es algo que se nota especialmente en la personalidad de los sujetos protagonistas que aparecen en la película.

Pero ahora voy a hablar de la presencia de un actor, que con tan solo su presencia, garantiza al 90% que la calificación que le otorgue a una película no descienda del siete. Se llama Steve Buscemi. A todos los que seáis sus admiradores os encomiendo encarecidamente que no tratéis de buscarle en la pantalla antes de los primeros sesenta y cinco minutos de transcurso, pues por muy camaleónicas que sean las facetas que pueda adoptar no debéis desesperaros porque se os haya podido pasar desapercibido su personaje. Aunque es un poco contrasentido eso último lo que estoy diciendo porque Steve Buscemi es simplemente inconfundible allá por donde pase, máxime aún para los que somos sus más acérrimos fans. Pues eso. Sus intervenciones en esta peli están muy forzadas, pero aún así ha dejado (a mí por lo menos) unos minutos en los cuáles me he estado partiendo la caja de una manera incontenida. Me refiero a su primera aparición, la cual paso a relatar en la zona spoiler.