Si 'Factotum' y 'Barfly' son, en teoría, películas muy parecidas, el fallo está en mí pues la de 1987 sí que me gustó.

Tratando de defender mi postura diré que Rourke se ganó mi aprobación por el no pretendido encanto de su cinismo. Dillon no es que lo haga mal pero a Rourke le encuentro mucho más natural y la película de por sí es más profunda.

Aquí es donde definitivamente 'Factotum' pierde el combate. El personaje de Rourke era un vividor pero este directamente es un vago, impresión que se reitera al tener el entorno laboral una presencia tan marcada en el largometraje. Lo peor es que además es como si la película quisiera defender o justificar de alguna manera la postura de su protagonista, la de rechazar innumerables oportunidades laborales, puestas siempre en bandeja, con sumo desdén porque se cree que se merece algo más, cuando es un individuo carente de formación, entusiasmo y ambición. Pues va a ser que no. Y como no a los empleadores se les pinta siempre de tontos y de malos, porque quieren hacerle trabajar mucho cuando encima le dan la bienvenida a sus empresas con los brazos abiertos, pero él es el más ingenioso y genial con el plus extra de que se la suda todo (ya no puede haber dudas de que es un genio) y que se escapa a beber al bar y a fumar a escondidas del jefe.

El filme posee no pocos otros detalles propios de 'mundoyuppi', ni un alma en los registros públicos al igual que en los bares de strippers, nadie que te jorobe el plano perfecto de tú solo sentado en el medio de la enorme barra, llegas a otro bar, borracho, te pides una copa para ti y otra para la tía buenisima de al lado y acto seguido la dices que era tu último dinero y como respuesta ella te llevará a vivir a su casa durante un tiempo .. alcohol , sexo, yates y todo lo que tu quieras para un matado como tú.