Hubiera deseado que le hubieran metido mucha más acción, porque hasta los últimos 20-25 minutos, se trata de una película que aburre en muchos momentos, en demasiados como para ser considerada buena. Porque no os dejéis engañar por el cartel, no es para nada una película de acción, pues se trata de un drama que presenta un esquema muy fácil de digerir para el espectador por la situación que ahora está de moda. También es oportuno resaltar que el director ha sabido presentar la elemental premisa de una manera épica y con una claridad que no deja lugar a dudas de ningún tipo, pues todos los detalles que conforman la situación entran por los ojos.

Uwe Boll muestra con esta película, una clara decantación anarquista, pues aunque solo se trate de una fantasía, es como si justificara la oportunidad de hacer masacre de este modo, y nos invitara a los espectadores a formar parte de ella, bien tentándonos con el sueño de la posibilidad de que nosotros podríamos perfectamente hacer lo mismo, o en su defecto, conseguir al menos que nos pongamos de la parte del afectado. No digo yo que no sea algo apetecible.

No obstante todo eso no es suficiente para entregar una película que al menos resulte íntegramente interesante, pues como ya he dicho, la redundancia de escenas hacen que aburra en muchos momentos. Uwe Boll procura absorbernos enseguida formando un no del todo inteligible caos mental en la cabeza de espectador, pero hay muchos momentos en los que eres consciente de que no estás presenciando una película buena.

No obstante el final es impresionante, el nivel de violencia exhibida roza máximos en una escala de parámetros desmedidos, lo que más me ha gustado es la sensación de caos e incertidumbre que se forma en la calle al no saber quién es el tirador, de dónde vienen los disparos y qué es lo que sucede exactamente, en lo que la sucesión de ejecuciones prosigue en medio de la avenida, sin que nadie pueda hacer nada. Y entonces, cuando el protagonista parece tenerlo todo perdido, milagrosamente consigue salir de ahí y extender su masacre a las inmediaciones de una empresa financiera, causando verdaderos estragos, destrozándolo todo a base de disparos de su potente ametralladora y cometiendo una matanza de proporciones demenciales. Verdaderamente impactante. Y lo mejor de todo es que el director nos tiene preparada una sorpresita, un juego de trileros que dejará a más de uno con la boca abierta. Un impresionante broche final a una película que a pesar de ser corta se hace larga, y que no da del todo lo que promete en el cartel, acción y caos. Eso sí, exceptuando el final, con el que los que hemos venido buscando lo que hemos venido buscando algunos, no podremos quedarnos decepcionados. Esos instantes de caos han sido muy bien incrustados en una película de semejante temática, realmente eso es lo que bajo mi opinión consigue hacerla interesante.