Repleta de frases construidas del tipo de que a uno le guste escucharse a si mismo cuando las pronuncia, cosa que le gusta mucho a algunos actores, el oírse hablar a sí mismos (aunque en realidad no estén diciendo nada), como rasgo implícita de su vocación y vena artística. Estas vienen a ser un dechado de recursos literarios, muy poéticas, pero que resultan irrelevantes, de muy poca sustancia, pues al espectador no le dejan poso, al minuto siguiente ya se le ha olvidado la anterior. Un amasijo de retruécanos y aliteraciones dentro de un guión inexistente sería un buen resumen de esta película. Postureo, sensaciones impostadas y fantasías sin un argumento bien desarrollado que las camufle: a mi me supone una experiencia insatisfactoria si estamos hablando de cine. Pasa como con las canciones de algunos cantautores, que en un momento dado te pueden gustar por pegadizas o resultonas, pero que en verdad no están diciendo nada coherente, o que al menos solo pueden cobrar sentido a un nivel demasiado personal. Lenta, con planos recargados de elementos triviales, a los que, sirviéndose de una fotografía austera se los incluye de manera constante como metáfora. Cargante, en el borde del cine experimental, para mi gusto fallido. Lo siento, me parecen grandes actores con ficciones de mucha mayor envergadura a sus espaldas.