Otra explicación se me hace difícil a la existencia de este fenómeno. Muy poco que aportar. La película me parece un fraude de lo patética que es. Ya no es por las patadas que se le da a la geografía de Madrid, sino es su pésima narración que hace imposible su seguimiento sin sentir vergüenza ajena. Es comedia voluntaria, ¡tiene que serlo! Es que ya hay que tener ganas porque esa incompetencia no es normal. Un telefilme presenta más coherencia y rigor en los hechos que este disparate infumable.

Será más bien ya una impresión personal pero la película tiene una constante apariencia de comedia voluntaria introducida a la fuerza dentro en un folletín turístico animado. Salen los lugares más representativos de la capital (torpemente demasiado despejados) y con una clara intención de hacerlo tan rematadamente mal para poder dar el cante aposta. Si va a resultar que el tío Mabrouk es un cachondo, y aún se deberá de estar riendo cuando en una noche de cervezas con los colegas salga a la luz la anécdota de la proeza de cómo le financiaron con millones e involucraron a actores en esta gran fumada argumental.

Para disfrutar con el cine de acción no se puede ponerse quisquilloso con cualquier detalle, pero lo de esta película no tiene nombre. No es más que una sucesión de episodios forzados sin hilo conductor que después en postproducción se enlazan de manera aleatoria y da igual lo que haya salido, ¡ya tenemos la película hecha! Me podrán decir que soy otro de los que escupe por gusto sobre la filmografía nacional, pero es que en Estados Unidos las películas de este tipo están mejor hechas aunque luego muchas sean flojas. Por lo menos esos guiones no deparan momentos tan vergonzosos como esos improvisados intentos de intromisión en lugares custodiados por policías armados, y cada circunstancia motivada por la decisión de un personaje trata de ser explicada y no que en dos minutos pasen cinco cosas distintas y entren y salgan personajes como así. No hay ese tufo a cutrez, que no de aquí no abandona la pantalla ni por un instante por muchos millones que se hayan podido gastar (que hay que ver eso también, adónde y en qué se decide destinar el dinero) y las escenas de acción y persecución tienen un aspecto mucho más estimable aunque luego se vaya a parar al mismo desenlace. ¿Pero quién rueda las persecuciones así? Dos segundos con el cielo completamente a oscuras en Ciudad Universitaria. En los dos segundos siguientes vemos que está amaneciendo y estamos en la Plaza Mayor. Nuestro prota que no ha parado de correr y se oyen dos tiros perdidos. Un poli que pasaba por ahí resulta muerto. Instantes después ya es completamente de día y vemos al héroe saltándose la gigantesca valla del Retiro. Otro tipo le sigue. Hay uno que dice: "está bien hecho porque se emplea la elipsis, lleva mucho tiempo corriendo". Jajajajajaja. Lo que me pude reír. Para empezar desde Ciudad Universitaria hasta la Plaza Mayor es cerca de una hora corriendo sin parar. Y con asesinos persiguiéndote y sin matarte, muy bien todo. Por otra parte, como te cargues a un poli en La Plaza Mayor, ¿crees que te van a dejar llegar hasta El Retiro? (Otros 3 km de distancia por un laberinto de calles, y qué casualidad que salga directo al Retiro). Lo que pasaría sería que ya te freirían a tiros antes de que lograras salir a la avenida.

Luego quedaría la excursión al Fabrik (con todos los lugares que hay en Madrid y alrededores, este fue el mejor sitio al que se les ocurrió llevar al malherido héroe en vez del hospital: les han tenido que pagar pero bien) y luego la vuelta en metro hasta la estación de Pitis (la estación más lejana a a Humanes, municipio del Fabrik, exceptuando la del aeropuerto). Puestos a querer hacer reír, ¿por qué no los mandarían a Ciempozuelos? Eso sí, una salida de ahí daría a Atocha. Tras esa nueva promoción tan descarada del suburbano de Madrid(otro patrocinador, fijo), me doy cuenta de que esta película tiene demasiado en común con otra que también siente devoción por darle un papel protagonista a la carta de metro y maneja sobremanera la elipsis. 'Más de mil cámaras velan por tu seguridad', una auténtica joya de nuestra filmoteca más oculta, situada en un prestigioso nivel de cutrez imposible de igualar. Yo digo que 'La fría luz del día' lo logra. Bueno, ahí me he pasado. La victoria, por puntos, pero victoria sigue siendo para la película del director que después no volvió a dirigir ya más y de actores que también vieron un final prematuro de sus carreras. A ese logro me temo que la película que aquí nos ocupa no ha logrado llegar. Aquella necesito de 4 guionistas, la nuestra en cambio tan solo precisó de 3. Mucha combinación de mentes prodigiosas debe de haber ahí. Si es que de todos es sabido que las mejores ideas siempre surgen en compañía.