Revelo contenido explícito de la película. No recomiendo leer esta crítica si no se ha visto la película.

Es pedante, llena de diálogos rebuscados sin la menor sustancia. Rezuma frivolidad por los cuatro costados. Un planteamiento de estas características, de falsos culpables y presuntos inocentes pretende que el espectador se posicione en un bando. Y aquí resulta imposible, no solo porque los personajes sean amorales o personas malas sino por la manera de la que se comportan, son sencillamente insoportables. De ahí a que no resulte interesante nada de lo que ves en la pantalla. Muchos diálogos escupidos uno detrás de otro en pocos segundos pretenden darle a la película una apariencia intelectual, dado que la sintaxis es compleja y el registro empleado es tirando a 'culto'. Se pretende inspirar la impresión de que los personajes (y por consiguiente, la película) son inteligentes y piensan, cuando en realidad todo es cháchara vacua, carente de contenido y de espíritu laxo, que no impresiona, no te transmite nada y que es diseñada y introducida como la prefabricada pieza de diseño que mejor encaja en un puzzle artificial, para nada el desarrollo de esta historia es creíble. ¿Que por qué no es creíble? La escena en la que Pike y Affleck se conocieron al principio de la película, hablando casi en verso los primeros quince minutos no puede ser más forzada, y no me creo que nadie haga nada para detener a Pike y todos se queden embelesados ante ella como bobos cuando está clarísimo que trama algo. Además, ¿qué la ven? Tan fría, tan distante, tan irritante...

La dirección y montaje son de lo peor, pues su única propiedad es la de estar mareando la cabeza al espectador durante dos horas y media con una ingente cantidad de detalles y pistas que no llevan a ninguna parte, y luego cinco de esas treinta tonterías resulten ser piezas angulares de las circunstancias, entrando cada una de ellas en el momento más oportuno para resultar de relevancia. Hablar en bajito, rápido y deprisa parece ser la fórmula coca cola del Nuevo Buen Cine de hoy en día, porque así el espectador tiene la sensación de que algún detalle importantísimo acaba de producirse en sus narices y cuya magnitud de importancia no ha sido del todo capturada por su ingenio. Luego rebobinas para atrás y ves que se trata de una gilipollez, un comentario de adorno, un tic de 'gran actriz' (que solo es asqueroso postureo puro y duro, odiosa Rosamund Pike, ese saltito que pega, detestable, o la hermana, otro ejemplo, insoportable, exaltándose con tonterías en momento de seriedad), una manía de gran director... Claro. ¿Qué es lo que tenemos en 'Gonegirl', 7,3 en Filmaffinity y 50.000 votos?

Pues tenemos una machacona y presuntuosa infografía que nos estampa en la cara cada cinco minutos facetas de los repulsivos medios de comunicación, flashes, cámaras, palurdos y ninguna hostia bien dada (es cine de autor y solo pueden salir subnormales que no se defienden si les están jodiendo la vida, de lo contrario, si se defienden de algún modo ya sería una película mala). Si ya de por sí la cortinilla de la película es insoportable, aseguro que lo visto en la película (dos horas y media, por si a alguien se la había olvidado) es esquizoide. Durante un mes están las cámaras montando guardia en el jardín del maridito e incordiando a ese pobre desgraciado vaya adonde vaya. No cabe duda de que Affleck es tonto. Para empezar, si quería que su dejar a su mujer entonces para qué denuncias si esta de repente ha desaparecido? Dices que te ha abandonado y ya está, ¡menudo problema! Luego, vuelve y la acoges en tu casa cuando ni tu la quieres ni ella a tí ¿Que hay fundamentos sospechosos con los que poder atacar a la hija de la gran puta de tu mujer? ¿Denunciar? ¿Abrir la boca? Nada, ¿para qué? Pero no es necesario ir tan lejos. Vale, no quieres denunciar. No denuncies. Mándala a tomar por culo. No quieras saber nada más de ella. Échala de casa. Vale, la casa es suya. Vete tú entonces. Ah, que no puede, ya que entonces sería un pobre desgraciado. La execrable moral hipster ricachona no puede dar 'una mala imagen', ni vivir sin su tele de plasma. Y preferiría pasar cien años de soledad, de martirio autoimpuesto, sufriendo las mayores penalidades imaginables antes que una asquerosa zorra que conduce un reality y que ven ¡10.000.000 de espectadores! anuncie que eres una persona non grata. Yo me iría a vivir debajo de un puente con tal de no volver a ver más a esa loca. Además, al público le va a trastocar más si Affleck es una desgraciada marioneta en manos de su mujer. La gracia es que solo se le ocurre protestar al único tío que dice cosas minimamente coherentes y al que ha pagado 100.000$ por su ayuda y consejos (su sentido común es un contrapunto a la memez imperante en el ambiente, solicitado por el guión, este abogado es un encargo prefabricado) y pensarse que le van a encerrar cuando no paran de repetirle todo el rato que cómo lo van a hacer sin arma homicida y sin cadáver? Es que es de gilipollas, en serio lo digo. Para más inri todo lo que ha obtenido la policía en contra suya es mérito del sospechoso.

Me da vergüenza ajena la estupidez generalizada de todos los personajes que consiguen el Único y Gran Objetivo de esta película, hacer quedar al asombroso (asqueroso) personaje de Amy (la Asombrosa Amy es el sobrenombre que la dedica, fijaos si es sutil el director en su motivación para rodar esta película; un posicionamiento descarado pero honesto, -todo hay que decirlo, hacia su personaje fetiche) como el ser más divino y fantástico de la especie humana que siempre sale ganando. Mi posicionamiento respecto al tema es que un nombre más adecuado para le película sería 'La Asquerosa Amy'.