Yo replico: ¿ah sí? Y qué opinas de que el sesentón haya acabado siendo deseado por una mujer de cuarenta, alegando a que W. Allen ha esbozado en esta obra un cuento de hadas para sus contemporáneos (quienes por supuesto, lo comprarían de buena gana, pues refleja una situación deseada por muchos de ellos).

Recibo por respuesta que me fijo demasiado en los detalles, el que los hombres no acostumbran a ser tan complejos como para fijarse en ellos, que no le damos tantas vueltas a las cosas (¡vaya!), que tenemos una psicología más sencilla (...) y que simplemente le agrada el cine de W. Allen, sobre todo las últimas películas, las que tienen un final 'made in Hollywood', pues las otras las encuentra algo cargantes y que opina que el cine de este autor va dirigido más a ellas... (¿?)

Tras ese intercambio de opiniones, amable ante todo (pero siento que a veces no me gusta mucho dar mi opinión tan sincera y directa -como siempre trato de hacer- sobre películas, porque no me resulta demasiado agradable, o mejor dicho placentero, discernir con gente que te habla desde la generosidad y cara a cara, y sobre todo a la que acabas de conocer; es realmente incómodo, en esos casos, pienso que quizás es mejor tratar de establecer nexos en común en vez de alimentar un punto de vista que a lo mejor no sea comprensible o mejor dicho afín, de hecho por eso diría que me gusta tanto esta web, ya que te ofrece la posibilidad de hablar desde el anonimato (ahí ya uno elige si lapidarte o tratar de 'entenderte') y presupones que a nadie le va a sentar el mal (o si lo hacen no te importa, pues no tienes ningún trato con ellos) el hecho de que tengas un punto de vista y como tal lo expreses sin el menor de los temores o remilgos), me quedo con la mía y no es otra que aunque la película pueda resultar simpática en unos momentos y repetitiva en otros, constituye una tremenda caricia al ego de los prejubilados, que posiblemente sueñen con que una deliciosa Helen Hunt (lo mejor, que duda cabe) les declare su amor incondicional, siendo ellos tan vetustos y titubeantes.

Lo siento pero no me la creo. Es amable, no es mala, pero la encuentro muy menor, demasiado complaciente, solo alimenta quimeras, sueños (dificilmente) alcanzables.