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Voto de El Extranjero :
5
Drama. Comedia Marcello Rubini es un desencantado periodista romano, en busca de celebridades, que se mueve con insatisfacción por las fiestas nocturnas que celebra la burguesía de la época. Merodea por distintos lugares de Roma, siempre rodeado de todo tipo de personajes, especialmente de la élite de la sociedad italiana. En una de sus salidas se entera de que Sylvia, una célebre diva del mundo del cine, llega a Roma, cree que ésta es una gran ... [+]
7 de mayo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son casi tres horas de pomposos e histriónicos eventos de gente adinerada (no lo puedo asegurar, pero a mi me da que la mayoría no ha dado un palo al agua en su vida, tengo esa impresión). La primera hora tiene un pase, es de largo la mejor, la segunda tiene tramos aburridos y la tercera es algo más soportable.

Comentar que la he visto con un doblaje al castellano de pésima calidad: un trabajo insufrible, robótico, con una entonación monótona y sin alma. Como el doblado a nuestro idioma lo suelo encontrar de muy buen nivel, trato de evitar en lo posible las versiones v.o.s.e. pero en este caso debí de haberme inclinado por esa opción.

Pablo Escobar decía que el dinero se encontraba en aquello que conllevara riesgo, que lo seguro no daba un peso. ¿Y por qué entonces toda esta gente era tan popular y adorada? ¿Porque daba al público lo que se esperaba de ellos? Por ejemplo la sueca. Sabía (me pregunto si) que sonreír como una idiota, brindar gestos coquetos a la multitud que abarrotaba el aeropuerto cuando llegaba en avión y hacer unas declaraciones provocadoras era la clave de resultar misteriosa y atractiva para sus seguidores, -y por tanto tener esa vida privilegiada-.

Pero muchas de estas jóvenes damiselas, chicas de portada y codiciadas por la frescura de sus carnes acostumbran a tener una sensibilidad por encima de la media y tratan de sacar ese lado artístico, ingenuo y soñador cada vez que pueden. (El desesperado Marcelo no sabe que hacer cuando parece que tiene a huevo el poder tirársela y la tía se pone a recoger gatitos, decir gilipolleces y a bañarse en estanques públicos, lo que hay que hacer por un polvo, se diría el periodista en lo que se metía al agua con ella.) De personalidad inestable y agobiadas ante la magnitud de las pasiones que su físico despiertan, acostumbran a tener una conducta errática. Si no lo saben a ciencia cierta, alguna noción tendrán acerca de que la mayoría de los hombres las ven como un trozo de apetitosa carne (y que deben su fama principalmente a eso) y que poco más les importa. (Con el paso del tiempo, cuando toman plena consciencia de esa realidad, de que han sido utilizadas y prostituidas (aunque fuera de forma voluntaria) se resienten, se vuelven herméticas, cínicas, desencantadas e inaccesibles.) No se deciden, dicen verdades a medias, juegan con sus perseguidores, especulan con las pretensiones de muchos hombres y acostumbran a quedarse con unas parejas que si bien las proporcionan seguridad, pasado un tiempo se dan cuenta que no tienen una conexión plena con sus maridos. Ahí es cuando entra en juego Marcelo, el carroñero, que bajo un manto de elegancia y sofisticación es un embaucador que disimula mediocridad. A mi me parece un inútil que se disfraza de mamarracho intelectual y que va de acoplado a los sitios. Al final parece que le iban a echar pero en el fondo lo sienten como a uno de los suyos, pues sus ademanes afectados se mimetizan con la frivolidad de su ecosistema. Aburrido de su prometida de mentalidad tradicional, se pasa las noches acechando manzanas prohibidas (muchas de ellas no disponibles emocionalmente) a las que poder hincarle el diente para así sentirse vivo, en lo que es devorado por un entorno donde nada es puro y auténtico, sino farsa, hipocresía y purpurina.

La sensación de deseo en esta gente es infinita e insaciable, no saben lo que quieren, para ellos enseguida todo pierde interés, de ahí que estén constantemente aburridos, ociosos e insatisfechos. Supongo que será debido a que están acostumbrados a tenerlo todo sin esfuerzo, y por ausencia de valores. Para ellos la vida es fumar, beber y follar con sus parejas. Pero llega un momento en el que esto no les basta y la vida se les hace insoportable (vemos lo que le pasó a Steiner, Alain Cuny).

Película sobre la que es más interesante reflexionar y leer que presenciar. La mayoría de las conversaciones son banales y el espantoso doblaje no ha ayudado. Otras películas sobre la decadencia de la alta sociedad me llegaron más como 'Muerte en Venecia', 'El fuego fatuo' o 'El inocente' (la de Visconti).
El Extranjero
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