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Voto de El Extranjero :
6
Drama Biografía del entrenador de baloncesto Ken Carter. En 1999, era entrenador en el Instituto Richmond de California. A pesar de que su equipo llevaba una excelente racha de 14 victorias consecutivas, tomó una decisión como entrenador con respecto a algunos de sus jugadores que le hizo famoso a nivel nacional. (FILMAFFINITY)
19 de octubre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez presenciadas sus dos horas y cuarto de duración, lo que prevalece por encima de lo demás, es sin lugar a dudas el gran mensaje que esta película pretende transmitir. Se trata de un apunte positivo, cual duda cabe, pero el hecho de que la película en sí, no tarde en perder la trascendencia de su narración, que es, basicamente, por lo que te has decantado verla, no es un elogio. Será porque la dicha temática; - más que fórmula, como dicen algunos, - me brilló de manera más radiante en filmes como 'Descubriendo a Forrester' o 'El Indomable Will Hunting', que en efecto, están uno o varios escalones más por encima en absolutamente todos los ámbitos; esta se me llega a hacer algo pesada e incluso me cuesta creerme la veracidad del escenario. La historia en conjunto es como si tampoco me conmocionara de esa manera en la que lo llegas a sentir, -muy clara e intensa durante toda la función,- como es el caso de los susodichos ejemplos, ahora bien, 'Coach Carter' también cuenta con momentos cumbre y vaya momentos.

En materia de interpretación, Samuel L. Jackson es un comodín pongas donde le pongas, pues siempre va a defender con gran oficio y talento natural que posee para esto cualquier rol que le pongas, por muy disparatado o ridículo que este sea. El tío siempre está ahí, esforzándose al máximo, para que quede lo mejor posible. El problema es que este filme da en ocasiones la sensación de avanzar por inercia, y hasta su aguerrido y siempre franco discurso, (del entrenador, o sea, de Samuel) da la sensación, en ocasiones, de sonar rutinario. Eso es culpa claramente, del plano desarrollo que hay dibujado detrás de la historia de los chavales, que si bien, es algo que pretendía dejarse en un segundo plano, entonces no es conveniente hacerlos el centro de todos los focos cuando más cómodo resulta, sin demasiado sentido y a destiempo.

No obstante más allá del mensaje final, que es el núcleo de la historia, no hay duda de que Sam es él que levanta y carga con sus hombros toda la película, llevándola adelante en solitario, pues absolutamente toda la atención recae sobre su figura, da el perfil de ser ese entrenador rebelde y antisistema, a pesar de que tú a lo mejor te lo estés imaginando un poco de otro modo. El resto de los interpretes ni da la talla, ni la historia que es urdida en torno a ellos y la manera de la que la misma se va solventando, no llega a ser la sombra siquiera de la profundidad emocional vista en los filmes protagonizados por Sean Connery y Robin Williams, como mentores. Ahí está otra de las grandes diferencias.

Pero no se puede menospreciar tampoco este filme por bastantes cosas:

- Por la esencia de voluntad indomable que presenta el entrenador contra todo viento y marea, que es esa sociedad rancia y cerrada de miras, que no es capaz de ver más lejos de la mugrienta mira de su mediocridad. Un pensamiento progresista, que viene a ofrecer un cambio es rechazado, antes de siquiera ser escuchado y estudiado. No obstante, al final, cuando todo parecía estar perdido, se hace justicia y prevalece la verdad más intrépida e innovadora.

- Por el logrado trabajo de Samuel L. Jackson, que una vez más nos regala un poco de su carisma, enfundada en un nuevo registro.

- Por, a pesar de todo tener esta película unas escenas que son auténticos momentazos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El Extranjero
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