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Voto de El Extranjero :
6
Comedia Tras el éxito mundial de Borat, Sacha Baron Cohen interpreta a un reportero gay, con cierta obsesión por la moda y por el culto al cuerpo. Esto le llevará a parodiar a los diseñadores de alta costura y modelos. (FILMAFFINITY)
11 de agosto de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viendo las críticas de los demás usuarios, se puede concluir de que una significativa parte sí que se ha percatado del justo y necesario mensaje que transmite la película, y hay otro sector que simplemente se ha divertido. Por mi parte, me quedo especialmente con el tramo final en el que la cinta traza su propia personalidad; bien es cierto que en ocasiones resulta imprecisa, demasiado disparatada como para considerarse creíble, y delirante como para ser tomada con seriedad, pero trasciende un sutil aunque efectivo clamor contra la intolerancia que no persigue más que una buena intención de destapar con humildad la supuesta idealización de la sociedad norteamericana, caracterizada por ser tolerante y abierta de mente.

Bruno es un ser egálatrata, desagradable, frívolo y mezquino que busca desesperadamente la fama. Llega un momento en el que comprende que la clave del éxito de la popularidad mediática se base por la heterosexualidad. Es por ello por lo que intentará 'reformarse' y encontrar el placer de congeniar con el sexo femenino, dejando unas secuencias bastante divertidas, que nos recuerdan que lo que estamos viendo no deja de ser una comedia, a pesar de que 'Brüno' se quiera poner más seria y adopte una narración más sobria y dote a su avatar de un estado de ánimo que se caracteriza por el desasosiego existencial. Se trata de una película bastante irregular, que por momentos, puede llegar a aburrir, o simplemente no resultar interesante, pero creo que todo se limita a ser una cuestión de sumergirse en el argumento. No es brillante, pero tampoco se puede hablar de decepción en mayúsculas o de mediocridad. Una de las últimas escenas del filme representa 'la prueba de fuego', de nuestro apesadumbrado e impulsivo protagonista, tras repetirse demasiado tiempo en un discurso con el que ridiculiza a los homosexuales, ve entre el un tanto primitivo, fácil de llevar, público del ring, al socio que despidió en un ataque de prepotencia tiempo atrás, el cual se lanza a pegarle, al sentirse provocado, y para el horror del público (secuencia muy bien representada, realmente expresiva) los dos empiezan a besarse y a adoptar posturas cariñosas.
El Extranjero
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