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Voto de El Extranjero :
3
Drama Manuela (Itsaso Arana) y Olmo (Francesco Carril) son una antigua pareja que se vuelven a encontrar quince años después. Cuando eran unos adolescentes estuvieron enamorados, pero se separaron. Se trata de una película sobre el tiempo; o sobre la conciencia del tiempo: del tiempo perdido y del recuperado; sobre lo que recordamos de nosotros mismos y lo que no; sobre las palabras, los gestos y los sentimientos a los que seguimos guardando ... [+]
21 de mayo de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que mi incomprensión de la elección del título deja bastante clara mi impresión de esta película, y es que no me ha gustado nada. La primera hora es como una colección de postales de Madrid, especialmente centrada en la rica variedad de ocio nocturno que alberga la capital. Algo mentirosilla (por 6€ ya no te ponen una copa ni en Móstoles) pero bueno, a raíz de abundantes silencios, de planos intrascendentes de cinco minutos de duración, y abundancia de poses en primer plano simulando supuesta profundidad, yo he llegado a la conclusión de que disponiendo de unos cien euros que poder gastar por noche hasta el más negado en esto del amor puede librar todas las conquistas, batallas y reconquistas que le apetezcan. El resto a joderse todos.

Hablando un poco más en serio, me ha parecido una vacua cursilería. Las películas románticas al uso, las más comerciales, en mi opinión tienen una mayor capacidad para entretener, no son películas redondas, pero con gusto les concedes licencias. Me ha faltado ritmo, diálogos más interesantes y un par de brochazos de frescura y ocurrencia, que preferiblemente se movieran en la comicidad, propio de recientes películas francesas. Esta obra, pretenciosa y amarga en el mal sentido no me dice nada ni me inspira otra cosa que una puntual irritación, especialmente en el tercio final, que menuda ñoñería más insoportable.

No empatizo con sus personajes, pero el peor según lugar a dudas es él, porque es el que permite que se juegue con sus sentimientos. A lo largo de la interminable cita con su primer amor está claro que él quería algo, pero estaba llevando mal la situación. Si ves que ella tontea contigo y tu quieres, ¡adelante! Si lo que pretendías era una velada 'amistosa', déjalo claro. Admito que esto último es raro y sobrellevarlo en el momento adecuado la mar de complicado pero la culpa sigue siendo suya por no saber lo que quiere. Porque no me creo que si tu primer amor te llama 15 años después y acudes no contemples siquiera la opción más probable, que el morbo y el deseo eclosionen. Y aunque vayas sin expectativas de ningún tipo y por ir, pasarse parte de la noche con cara de limón no me parece la alternativa correcta. Vayas a lo que vayas al menos hay que intentar pasarlo bien.
El Extranjero
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