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Fantástico. Aventuras. Acción
"El Hobbit: La Desolación de Smaug" continua la aventura de Bilbo Bolsón en su viaje con el mago Gandalf y trece enanos liderados por Thorin Escudo de Roble en una búsqueda épica para reclamar el reino enano de Erebor. En su camino toparán con multitud de peligros y harán frente al temible dragón Smaug. (FILMAFFINITY)
22 de diciembre de 2013
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
«El señor de los anillos» no es épica. Empiezo con esta frase tajante porque veo que todo el mundo compara y ensalza esa trilogía como si fuese casi legendaria. Peter Jackson quiere ser épico, pero lo épico no puede consistir en repetir hasta la saciedad la misma toma de rostro en primer plano con el pelo movido por el viento acompañado de una música de tono redundante y un silencio previo a la frase estrella; añádase a esto, aleatoriamente, un toque de cámara lenta. Un día me pregunté qué era la épica, pero, aun sin saberlo, tengo claro que la épica no es un cuerpo animado por ordenador que no para de flexionarse de manera antinatural matando a enemigos igual de pesados y torpes. La épica no es sinónimo de «guerra», «destino», «bien», «mal» o «rey», palabras que no faltan en todo relato que se precie, ni surge por necesidad por el mero hecho de inventarse un mundo con seres fantásticos. Hace falta más, mucho más. Así, «El Hobbit: La desolación de Smaug», que está cortada por este mismo patrón, tampoco es épica.
De hecho podríamos considerarla una grandísima comedia, porque otra cosa no, pero lo que me he reído viéndola y repasándola con la amiga que me acompañaba ha sido desmesurado. Aunque muchos ya habéis apuntado momentos innombrables, dejadme que yo también me explaye al respecto en Spoiler.
Por lo demás, destacar al charlatán y fogoso Smaug, que llega a caerte bien el muy bicho, y el posible y criticado idilio amoroso entre cierta elfa y cierto enano que a mi me parece interesante. Quizá para Tolkien sería impensable, pero ¿por qué nos va resultar a nosotros ridículo?
Si esta segunda parte es mejor o peor que la primera no tengo ni idea. Lo que es evidente es que comete los mismos errores y que en su simpleza entretiene en su conjunto. No me gusta tu estilo, Jackson.
De hecho podríamos considerarla una grandísima comedia, porque otra cosa no, pero lo que me he reído viéndola y repasándola con la amiga que me acompañaba ha sido desmesurado. Aunque muchos ya habéis apuntado momentos innombrables, dejadme que yo también me explaye al respecto en Spoiler.
Por lo demás, destacar al charlatán y fogoso Smaug, que llega a caerte bien el muy bicho, y el posible y criticado idilio amoroso entre cierta elfa y cierto enano que a mi me parece interesante. Quizá para Tolkien sería impensable, pero ¿por qué nos va resultar a nosotros ridículo?
Si esta segunda parte es mejor o peor que la primera no tengo ni idea. Lo que es evidente es que comete los mismos errores y que en su simpleza entretiene en su conjunto. No me gusta tu estilo, Jackson.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
- Los orcos son tropecientos, están armados, tienen la ventaja de la sorpresa... ¿y se asustan del cambia pieles?
-Que me expliquen cómo las arañas gigantes son capaces de atrapar a los trece enanos a la vez. La escena es tan imposible, que directamente no la ruedan.
-La guarida del Rey del Bosque tiene tanta seguridad, que trece enanos y un hobbit pueden pasearse a sus anchas y escaparse.
-Cuando caen al río, los enanos están a punto de ahogarse incluso dentro de los barriles, pero Bolson, que no tiene barril y va suelto por el agua tumultuosa, no corre ningún peligro. Es más: durante toda esta secuencia, a Bilbo ni se le ve en el agua. Claro, ¡porque no saben cómo justificar que no se haya muerto!
-Los orcos son los esbirros más incompetentes de toda la historia. Su mayor logro es una flecha en la pierna de un enano y un golpecillo en las narices de Legolas. Ahora se entiende por qué perdió Sauron.
-Es incomprensible que el grupo se angustie tanto porque no encuentran la puerta en la montaña... ¡cuando está enfrente de ellos! ¿Hacia dónde están mirando?
-Lo inconcebible: una vez en la montaña, a Bilbo le encargan la misión de que se introduzca en el interior, solo y desarmado, se enfrente al dragón más letal del mundo conocido, y busque y recupere la Piedra del Arca entre millones de tesoros. Ahí es nada. Para que haya más recochineo, el enano viejo se despide de él aconsejándole con una sonrisilla que si hay algo ahí abajo, «no le despiertes». Olé. Aún con todo, Bilbo no le hace ni caso, y lo primero que hace al entrar es saludar con un «¿Hola?» y llamar con los nudillos en la piedra. Otro olé.
-Si la misión parecía difícil, para Jackson no, ya que Bilbo encuentra la piedra justo ahí, a sus pues, con sólo darse un garbeo entre el tesoro. Esto tiene que ser una capacidad extraordinaria del hobbit, porque en el Bosque Negro se le cae el anillo desde la copa más alta de un árbol y, lejos de perderse para siempre entre follaje y pendientes, lo recupera con toda facilidad.
-El plan de Thorin para vencer al dragón es tan desquiciado, que no puedo expresarlo con palabras. A parte de que los mecanismos de la fragua se encuentran intactos, ese oro líquido que se mantiene en pie..., es dragón que se queda embobado viéndolo... En fin.
-Que me expliquen cómo las arañas gigantes son capaces de atrapar a los trece enanos a la vez. La escena es tan imposible, que directamente no la ruedan.
-La guarida del Rey del Bosque tiene tanta seguridad, que trece enanos y un hobbit pueden pasearse a sus anchas y escaparse.
-Cuando caen al río, los enanos están a punto de ahogarse incluso dentro de los barriles, pero Bolson, que no tiene barril y va suelto por el agua tumultuosa, no corre ningún peligro. Es más: durante toda esta secuencia, a Bilbo ni se le ve en el agua. Claro, ¡porque no saben cómo justificar que no se haya muerto!
-Los orcos son los esbirros más incompetentes de toda la historia. Su mayor logro es una flecha en la pierna de un enano y un golpecillo en las narices de Legolas. Ahora se entiende por qué perdió Sauron.
-Es incomprensible que el grupo se angustie tanto porque no encuentran la puerta en la montaña... ¡cuando está enfrente de ellos! ¿Hacia dónde están mirando?
-Lo inconcebible: una vez en la montaña, a Bilbo le encargan la misión de que se introduzca en el interior, solo y desarmado, se enfrente al dragón más letal del mundo conocido, y busque y recupere la Piedra del Arca entre millones de tesoros. Ahí es nada. Para que haya más recochineo, el enano viejo se despide de él aconsejándole con una sonrisilla que si hay algo ahí abajo, «no le despiertes». Olé. Aún con todo, Bilbo no le hace ni caso, y lo primero que hace al entrar es saludar con un «¿Hola?» y llamar con los nudillos en la piedra. Otro olé.
-Si la misión parecía difícil, para Jackson no, ya que Bilbo encuentra la piedra justo ahí, a sus pues, con sólo darse un garbeo entre el tesoro. Esto tiene que ser una capacidad extraordinaria del hobbit, porque en el Bosque Negro se le cae el anillo desde la copa más alta de un árbol y, lejos de perderse para siempre entre follaje y pendientes, lo recupera con toda facilidad.
-El plan de Thorin para vencer al dragón es tan desquiciado, que no puedo expresarlo con palabras. A parte de que los mecanismos de la fragua se encuentran intactos, ese oro líquido que se mantiene en pie..., es dragón que se queda embobado viéndolo... En fin.