Que bueno Sean Connery como 007. Me ha sorprendido para bien, lo reconozco: realmente seductor, apuesto, elegantísimo y hasta caballeroso, lo nunca visto. Sí, el James Bond de Connery también se mete en la cama de cuantas mujeres pille, pero al menos él lo hace con más clase y siguiendo cierta coherencia en el desarrollo de la historia. Maravilloso, por ejemplo, la clase de seducción que nos ofrece con la secretaria del Gobierno Civil. Perfecto.

En su aventura contra el Doctor No, le acompaña una bellísima Ursula Andress que, con todo mérito, levantó y sigue levantando pasiones con su primera aparición en bikini. Su personaje, dicho sea de paso, guarda un pasado turbio y traumático que no encaja para nada con el aire aventurero que rodea a toda la película y, en general, a todo James Bond. La única explicación que se me ocurre es demasiado retorcida y tabú como para exponerla abiertamente, además que sería en exceso larga. Para no matar de intriga a algunos curiosos, diré brevemente que lo considero una forma de mantener el ideal de virtud y inocencia que desea el hombre en una mujer, pero sin cargar con las responsabilidades y el freno que esto supondría en un caballero. Así, Bond puede conquistarla libremente sin remordimientos y encima reafirmar su pericia en las artes amatorias ante una mujer sin verdadera experiencia.

«007 contra el Doctor No» tiene poco de Doctor No, casi nada, así que el título es más bien para meter miedo ante el villano de turno. Este señor No me ha dado que pensar, porque va y de repente me lo encuentro entrando en la habitación de un James Bond profundamente dormido y levantándole la sábana que le cubre todo el cuerpo para mirar... pues no sabemos qué exactamente. Que cada cual piense lo que quiera o pueda pensar.

La historia tiene su interés, pero al llegar a la isla la cosa flaquea. Ursula Andress no pinta absolutamente nada y ese «dragón» es verdad que te deja boquiabierto, pero en el peor sentido de la palabra. A destacar, por mi particular inclinación, el traje de chaqueta abotonada y eminente estética china que lleva Sean Connery para la cena con el Doctor No. Guapísimo.

Un interesante James Bond hace toda la película, así que para esta primigenia entrega de 007, luego repetida mil veces, mi entusiasta aprobado. En algo hay que valorar lo original.