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Voto de Kaori:
6
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Thriller. Intriga. Terror. Cine negro
Una mujer ve cómo un vecino arroja a alguien por el hueco del ascensor y se ve forzada a ayudarle a hacer desaparecer el cuerpo. Durante esas tensas horas, el hombre le da a entender a la mujer los motivos que le llevaron a asesinar a su esposa. (FILMAFFINITY)
6 de noviembre de 2016
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thriller español de los setenta preconstitucionales de Eloy de la Iglesia con dos protagonistas imprescindibles de nuestra cinematografía: Carmen Sevilla y Vicente Parra. A veces no se necesita más.
Tampoco se necesita unos efectos especiales caros, ni un reparto amplísimo, ni dos horas de metraje ni un mensaje sesudo y críptico para hacer una película interesante. Esto se lo tienen que meter en la cabeza muchos creadores de hoy en día. «Nadie oyó gritar» es la prueba de que simplemente basta una buena idea: ser rehén de un asesino. No diré más, porque la película tiene mucha enjundia. Un vis a vis entre Vicente Parra y nuestra Carmen de España, prisioneros ambos de un crimen, quizás algo más que enemigos. Cinismo a borbotones, cursillo acelerado de insensibilidad humana, clase práctica de cómo no hacer lo correcto te marca de por vida, ¿no seremos las personas meros supervivientes con una moral de papel muy fino?
Desenlace que pone los pelos de punta. Hay silencios que inquietan más que las palabras. Realmente interesante.
Tampoco se necesita unos efectos especiales caros, ni un reparto amplísimo, ni dos horas de metraje ni un mensaje sesudo y críptico para hacer una película interesante. Esto se lo tienen que meter en la cabeza muchos creadores de hoy en día. «Nadie oyó gritar» es la prueba de que simplemente basta una buena idea: ser rehén de un asesino. No diré más, porque la película tiene mucha enjundia. Un vis a vis entre Vicente Parra y nuestra Carmen de España, prisioneros ambos de un crimen, quizás algo más que enemigos. Cinismo a borbotones, cursillo acelerado de insensibilidad humana, clase práctica de cómo no hacer lo correcto te marca de por vida, ¿no seremos las personas meros supervivientes con una moral de papel muy fino?
Desenlace que pone los pelos de punta. Hay silencios que inquietan más que las palabras. Realmente interesante.