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España España · Málaga
Voto de Kaori:
4
Drama Daniel Larusso llega a Los Ángeles procedente de la costa Este de Estados Unidos dispuesto a hacer nuevos amigos. Sin embargo, se convierte en el blanco de los ataques de los Cobras, un hostil grupo de estudiantes de kárate, cuando comienza a salir con Ali, la antigua novia del cabecilla del grupo. En tal situación, no tiene más remedio que pedirle ayuda a Miyagi, un maestro de artes marciales, para que le enseñe kárate. Bajo la tutela ... [+]
11 de octubre de 2013
6 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
De todos los machacados por los abusones del colegio; en nombre de todos aquellos humillados que son el sparring involuntario de los matones de instituto; de los que sufren insultos y tienen miedo de ir a clase para no toparse con ese que es dos tallas más grande o tiene más mala uva que tú; para todos ellos, «Karate Kid» es una buena dosis de esperanza.

Las cosas, claro, no son tan fáciles como nos la pinta aquí Avildsen, pero se agradece, de todos modos, el retrato bastante realista de las intrigas juveniles y los buenos propósitos que impregnan la película, donde incluso el más «malo» de todos terminará demostrado gran nobleza, cosa que me ha encantado. Lo que sí es para ponerse a llorar es que un chaval con el físico y los precedentes de Daniel (Ralph Macchio) se haga un experto karateka en un par de semanas y participe en un campeonato oficial de igual a igual con quienes seguramente se han entrenado duramente durante años. A mi esto me toca un poco las narices. Y no menos inquietante es ver cómo la chica más popular del instituto, que es un cielo de niña (Elisabeth Shue), nada más verle se enamora de Daniel, que es un esqueleto andante con un discretísimo atractivo, sin que el muchacho tenga que preocuparse lo más mínimo por conquistarla.

En fin, que entre una cosa y otra te empiezas a mosquear lo bastante como para que te digas que «Karate Kid» es una grandísima fantasmada, con un ataque «de la grulla» inconmensurablemente lamentable que sólo produce risa. El maestro Miyagi es encantador y su entrenamiento, por estrambótico, se convierte en clásico. Amena y conservadora, pero nada más.
Kaori
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