Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Kaori:
4
Drama El victorioso general Julio César se ve obligado a visitar Egipto para evitar la guerra civil provocada por la falta de entendimiento entre Cleopatra y su hermano Tolomeo, que comparten el poder en Egipto. César, cautivado por la inteligencia y belleza de la joven, la proclama reina indiscutible de Egipto, y tras el nacimiento de su hijo, Cesarión, la convierte en su esposa. (FILMAFFINITY)
13 de diciembre de 2013
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es tan larga, que una vez ha terminado, una no tiene ganas ni de hablar de ella ni de preguntarle a quien tiene al lado qué le ha parecido, porque eso supondría alargar las cuatro horas y cinco minutos que dura. Es tan larga, que ni durmiéndote se te hace corta. Tan larga, que prefiero no pensar demasiado en ella. Fijaos que empecé a verla cuando brillaba el sol y terminó cuando era noche cerrada.

El caso es que acaba. Por fin. Mankiewicz hizo aquella preciosa obra de teatro filmada de «Julio César» y es normal que yo no pudiera dejar de comparar una con otra, al menos durante las primeras dos horas, que se centran en la trama de Cleopatra con César, historia que siempre me ha parecido como de otro mundo, como que no es posible que dos personajes tan legendarios coincidieran en el tiempo y en el espacio. Sin embargo, coincidieron, y de tal forma que no se quedó en una simple anécdota, sino que desembocaría en guerras, vástagos y, por supuesto, en la relación que verdaderamente ha trascendido como ejemplo de romanticismo: la de Marco Antonio y Cleopatra.

Curiosamente, con esta película se inició otra historia trascendente en el mundillo del artisteo: la de los matrimonios entre Richard Burton y Elisabeth Taylor. Ambos atractivos y con personajes tan apasionados, veo lógico que se enamoraran. La bella egipcia se yergue como protagonista absoluto de la película, y todo va en función de lo que le ocurra a ella, que es toda una mujer de carácter, ambiciosa, orgullosa, inteligente y enamorada. Marco Antonio, por el contrario, aparece algo gris, limitado quizá por su retardado protagonismo, y el propio Richard Burton sólo brilla en puntuales momentos, como en ese casi monólogo sobre el volver a morir, cerca de la estatua del difunto César y ante una Cleopatra por los suelo.

La puesta en escena y ambientación, en especial los modelazos de Tylor, tienen el poderío de lo real y físico, pero por algún motivo de esos la película peca de insensible y distante, y de ahí que los minutos pesen y se alarguen. Demasiado pomposa y sin imaginación, puedes verla si te armas de paciencia.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow