Eso es lo que pensé justo al final de la película: si hubiera que contarle a este pobre chico, Clay, todo lo que ha pasado durante su operación... ¡madre mía! Nadie se lo creería.

Me sorprende muchísimo la nota global. Esperaba un suspenso... pero vuelvo a equivocarme estrepitosamente. La verdad es que la película la olvidas tan pronto como empiezan los títulos de crédito, la trama se entretiene demasiado y, lo que es peor, la mezcla de géneros y situaciones la convierten en un producto poco creíble e incluso poco serio.

Porque al final tanto drama, y tanto elemento sobrenatural (o como quieras llamarlo), tanto giro inesperado (o no tan inesperado), tantos secretos, tantos traumas familiares..., más anestesias que no funcionan (¿pero de verdad importa esto algo?), y operaciones a corazón abierto, y efectismo y grandilocuencias innecesarias... ¡Uf!, si de sólo contarlo me mareo... Pues al final tanto, contado con tan poca soltura, resulta insustancial.

Una película curiosa, a veces entretenida, otras desagradable, y otras cuantas más bastante floja... Jessica Alba está más que correcta en su papel y Christenssen debería engordar un poco más para lucir como corresponde su innegable atractivo... Y como la peli no tiene nada, nada más se puede añadir.