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España España · Málaga
Voto de Kaori:
2
Fantástico. Acción Patience Philips (Halle Berry) trabaja como diseñadora gráfica para una empresa de cosméticos, dirigida por el despótico George Hedare (Lambert Wilson) y su esposa, la supermodelo Laurel (Sharon Stone). Se entera por casualidad de un terrible secreto sobre un revolucionario producto de belleza que está a punto de ponerse a la venta y es eliminada por unos sicarios. Sin embargo, misteriosamente, vuelve a la vida con unas cualidades y una ... [+]
18 de mayo de 2013
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se las prometían muy felices los creadores de «Catwoman» al elegir a la (teóricamente) sex symbol Halle Berry, meterla en un traje de cuero y hacer una especia de spin-off del clásico personaje del universo Batman. Vaya decepción se llevarían.

La trama de «Catwoman» gira en torno a la salida al mercado de una crema antiarrugas que parece la panacea de la eterna juventud pero que oculta unos efectos secundarios nada hermosos. Leído así, no despierta demasiado interés y, de hecho, no lo tiene, pero no es anecdótico que la historia se desarrolle es esos parámetros de productos estéticos, patitos feos convertidos en gatas salvajes y villanas super modelos. Todo muy feminista (he ahí el desenlace, tipo «¿quién necesita amor cuando se puede callejear como una loca?»), pero sin ser femenino. Además, se nota que la pobre Berry se esfuerza en ser sexy y desprender ese magnetismo animal que Michelle Pfeiffer desprendía con un simple «miau» de su dulce boca. Porque lo sensual y el atractivo requiere de mucho más que pintarse los labios y contonear las caderas de la forma más bamboleante que te permita tu anatomía. La propia Sharon Stone, de innata elegancia y de rostro sospechoso de Photoshop, se come enterita a una Berry que transmite vulgaridad y artificialidad, y más con ese traje anti erótico.

La acción es una burla, la banda sonora desagradable, de ponerte de los nervios cada vez que suena; y toda la dirección y puesta en escena tiene un tufillo a chorrada que no se quita nunca de encima. Es como si nada encajase, precipitándose en el ridículo a pesar de las buenas intenciones. Patience Phillips es ridícula, su intento de salvar un gato arriesgado la vida (¡y el policía! ¿A qué velocidad sube las escaleras, por favor?) es ridículo, cada vez que se enfunda el traje es ridículo, los escenarios son ridículos, la pelea final es ridícula, la secuencia de la noria es ridícula... En fin, que es mala, y lo peor es que no se da cuenta de que lo es.

Lo mejor son los gatitos que salen. Que bonitos los gatos. Miau.
Kaori
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