Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Kaori:
7
Musical. Infantil. Fantástico. Comedia Londres, comienzos de siglo XX. La vida de una familia inglesa formada por un padre banquero, una madre sufragista y dos niños rebeldes -que pretenden llamar la atención de sus padres haciendo la vida imposible a todas las niñeras-, se verá alterada con la llegada de Mary Poppins, una extravagante institutriz que baja de las nubes empleando su paraguas como paracaídas. Debut y Óscar para Julie Andrews en este clásico del cine familiar ... [+]
22 de febrero de 2014
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es extraño que no sepa cuándo ni cómo vi esta película de niña, si es que tan siquiera la vi, pero que sí recuerde haberme obsesionado con el «supercalifragilísticoespialidoso». Sí, yo lo repetí y lo repetí, y lo repetí, sin motivo ni por qué allá en mis dulces tiempos de infancia; además, tengo un recuerdo vago del patio del colegio y yo diciéndolo por ahí. Ay, madre, qué imagen daría, ¿no?

¡Jo!, es que Mary Poppins es mucha Mary. El Oscar me parece excesivo, a pesar de lo encantadora que está Julie Andrews y su fabuloso personaje, que incluso siendo un poco arrogante, no vamos a decir que no, nos deja una sensación de paz, tranquilidad, belleza y fantasía que muy pocos personajes dirigidos al público infantil han logrado. Con todo, me carcome la duda sobre de dónde viene Mary, qué es y a dónde va. ¿Qué secretos guarda el viento, que la trae y la lleva con un paraguas mágico? Nos toca imaginarlo, como debe ser.

Sin desmerecer en nada a la señorita Poppins, esta historia no sería la misma ni gustaría tanto si no incluyera a ese otro misterioso personaje llamado Bert. Me encanta Bert y me encanta Dick van Dyke. Él tiene que saberlo todo, que nos lo cuente. Que nos diga cómo ha conocido a Poppins y, ya que estamos, sus intenciones con ella, que aquí veo un acaramelado romance que si no se concreta hoy, se tiene que concretar sea como sea. Bert nos lleva de la mano en unos números musicales formidables, soportando como a mitad de película un gran protagonismo, incluso por encima de Mary Poppins, que se desliga un poco de la trama.

Musicalmente es una gozada. El momento deshollinadores por los tejados es de lo mejor de la película, vaya ímpetu y vaya bailes tan bonitos y difíciles. Las canciones son todas espectaculares, por ejemplo, el «Chim Chim Cheree», quizá mi favorita, y ni siquiera deslucen dobladas al español, de manera impecable, habría que añadir. Por cierto, que escuchar cómo recita el doblador Manuel Cano, a través de Van Dyke mirando por el hueco de una chimenea, me ha puesto los pelos de punta.

Clásico indiscutible, ya seas niño, adulto, bancario, activista político, ama de casa, madre, padre, cocinera, perro, marinero, animal de granja, tiovivo, loco, tío, artista, vendedor de cometas, sirvienta, deshollinador, músico, camarero, pingüino, paloma, viejecita o mendigo.

No te vayas, Mary. El viento no cambia para ti.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow