Película que continúa con el anime, es decir, que se puede considerar un capítulo largo de «Demon Slayer». Así que si no has visto la serie, mejor tampoco veas «Guardianes de la noche: Tren infinito».

Si hacemos memoria, recordaremos que Tanjiro y compañía se fueron en busca del Pilar Rengoku a cumplir una nueva misión, esta vez dentro de un tren infernal. La película tiene mucha acción y es emotiva, no digo lo contrario, aunque el final, por una mala interpretación de mi parte y que el usuario Xabware me ha aclarado, me cortó bastante el rollo. Sea como sea, está bien, muy entretenida, sin un respiro. Eso sí, personalmente le encuentro tres incovenientes que a su manera son demostraciones de las debilidades de la serie.

Uno, ese villano… Vamos a ver, me parece que es bastante rebuscado el chaval, ¿no? Si tiene el poder de atacar en los sueños, ¿de verdad que le resulta útil utilizar a unos simples humanos? Unos niños, además. No lo comprendo.

Dos, el personaje de Rengoku está muy poco desarrollado, se tendría que haber creado más empatía y simpatía con él. En el fondo los Pilares son tan extremos, tan poco cercanos, o eso parece, que es posible que cueste cogerles auténtico cariño, que conectemos con sus personalidades.

Tres, imperdonable que este combate no haya sido para Zenitsu. Imperdonable. Repito: ¡imperdonable! Vale que el protagonista aquí tenía que ser Rengoku, pero es que igualmente el papel de Zenitsu debería haber sido mayor, porque era perfecto para el demonio Enmu. O inventarse otro tipo de ataques, otro tipo de demonio. Son estas cosas las que le dan más valor a la acción: cuando ves que los personajes van a combatir con quien viene mejor para sus respectivas técnicas y no van a insistir en la línea predecible de protagonista-contra-todos, como ocurre aquí.

Detalles en spoiler. Por lo demás, correcta.