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España España · Málaga
Voto de Kaori:
3
Drama María (Ana Fernández) malvive en un oscuro apartamento de un barrio miserable, trabaja eventualmente como chica de la limpieza y, casi con cuarenta años, descubre que está embarazada de un hombre que no la ama. Su soledad es tan grande que sólo encuentra consuelo en la bebida. Su madre (María Galiana), que ha consumido su vida al lado de un hombre violento e intolerante, no tiene ni siquiera el consuelo de tenerla cerca. Con motivo del ... [+]
1 de septiembre de 2013
10 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquiles es un perro. El perro de uno de los personajes de «Solas». Hermoso pastor alemán de grandes orejas, pelaje oscuro y castaño y ojos rojizos. Ha sido un flechazo: me ha enamorado. Cuando abre la puerta del piso, cuando gira su cabezita, cuando apoya su cuerpo contra su amo, Aquiles me roba el corazón. Seguro que él no se encuentra solo.

«Solas» es otro ejemplo más de docu drama cinematográfico que, por su mera condición, arrasa. Pon un bar cualquiera, un piso cualquiera, contrata a tres o cuatro actores y mete una historia que sea lastimosa y frustrante. Porque todo esto va de la frustración que sentimos a veces; bueno, miento: va de la frustración que las mujeres, y sólo las mujeres, sienten en la vida. De ahí que el retrato sea tan poco práctico y poco detallado, limitándose a mostrarnos a una mujer, María (con un Ana Fernández más o menos cumplidora), que está amargadísima con su vida: trabajo malo, novio aún peor, broncas con su padre y, el acabose, un embarazo inesperado.

Es verdad, con una vida así, yo también estaría subiéndome por las paredes y, además, pegándome de tortas por haberme engañado a mi misma, por haber cometido los mismos errores que mi madre, por no haber tenido el valor ni la acción de coger el toro por los cuernos y enfrentarme a mi fracaso. Así estaría yo, y así debería estar María. Ella, sin embargo, y como ella Benito Zambrano, echa la culpa al resto del mundo, en especial a los hombres malvados que la han aprisionado y condicionado desde la infancia, pero nunca hace examen de conciencia sobre su propia persona. A sus amigas en la empresa de limpieza se las ve muy contentas. ¿Será porque ellas sí tienen las ideas claras, no se emborrachan y saben valorar lo que de verdad importa en este mundo?

Para rizar el rizo y aumentar el nivel de topicazos, ahí está el pueblo cerrado, la madre maltratada, el marido maltratador y cazurro, y el anciano solitario, caballeroso y asturiano, que se ve que en Andalucía no hay caballeros. Desenlace deleznable en el que nos dan a entender que «sola» se está muy bien... siempre y cuando haya «alguien» que te solucione la vida. Así cualquiera. Si queremos realismo, seamos realista en todo, hasta en los finales.

No puedo dejar de recalcar el nivel interpretativo tan bajo de «Solas». María Galiana es horrible. Es la palabra con la mejor la defino: espantosa en cada escena, gesto y mirada. Tampoco paso por alto la puesta en escena entre realista y costumbrista, pero sin técnica depurada, desparpajo ni ritmo. No es totalmente desaprovechable, pero cansa con tanta amargura metida a presión y sin reflexión.
Kaori
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