Un digno relato de género. El género thriller de espionaje, enfocado a la acción, siempre es muy sugerente y atractivo.

Desde luego la producción no llega a los registros de la saga Jason Bourne (en mi opinión, uno de los máximos referentes del género), pero cuenta con un buen elenco de intérpretes.

Un sólido Pierce Brosnam ejerciendo de maestro de ceremonias. Agente especial retirado al que le tocan las pelotas, abocándole a una espiral de conspiraciones y violencia.

Una Olga Kurylenko con un talento comparable a su belleza, ofrece el apoyo y el contrapeso dramático a un Pierce Brosnan recio y sin contemplaciones. Casi podría decirse que antagónico al más glamuroso 007.

Bien, está bien para hacer pasar un buen rato a los que disfrutamos del género. Pero bastante menor y menos ambiciosa que títulos como Jason Bourne.

La premisa y la historia puede ser tremendamente atractiva, aunque el paso del metraje haga que vaya diluyéndose un tanto en la mediocridad.