Mi primera reacción al comenzar el visionado de "Una buena mujer...", fue la de frotarme los ojos. No podía creer que una producción british, ambientada en Belfast, además, tuviese esa fotografía, ese color, y esa luminosidad. Pensé que a mi Irlanda del Norte me la habían cambiado.

Bromas aparte, bueno, no tanta broma. Lo cierto es que eché de menos ese gris, esa tonalidad penumbrosa, la humedad, los ladrillos rojos tan británicos, pero terminé adaptándome y, realmente, disfruté de un buen thriller con tintes dramáticos. Aunque la película no me terminó de sonar, a una "Historia irlandesa" clásica.

Una mujer joven, madre de dos hijos, envuelta de forma caprichosa, circunstancial, casi aleatoria, en una trama, la cual, le exigirá desarrollar todo su potencial instinto de supervivencia.

Acuciada por el drama en el que se ha convertido su vida, con un marido asesinado, un hijo traumatizado, y siendo objeto del rechazo y de la indiferencia social, tendrá que sacar fuerzas para lidiar con los hampones más peligrosos de Belfast.

Buenísima interpretación de Sarah Bolger, en el papel de Sarah, sufrida y angustiada, aunque con mucha fortaleza interior. Luce estupenda, guapa hasta con las ojeras cargadas.

Aunque la película no destaca por ser una gran producción, si cuenta con una buena historia que narrar, aunque resulte bastante inverosímil en líneas generales. Solamente por ver a Sarah Bolger, cargar sobre sus espaldas todo el peso dramático del relato, merece la pena ver esta película.

Bien, disfrutable y aconsejable este thriller, con mucho drama y, con un desenlace, aunque previsible, a la altura del trabajo de Sarah.