Obra maestra que se desarrolla en el Subcontinente Indio en la época colonial del Imperio Británico del siglo XIX.
Desde al principio al fin se desarrolla la química entre los tres amigos y compañeros de escuadrón de caballería y sus lazos de hermandad.
Estas películas, aunque visionadas con el espacio del tiempo, pierden mucho por su "edulcorada" perspectiva de la realidad (época de fuerte censura en todos los países del mundo), si es cierto que permitían lucirse a guionistas y directores.
Los diálogos suelen ser muy buenos y la dirección muy acertada y con medios muy paupérrimos (comparados con los de hoy).
Pero Tres Lanceros Bengalíes consigue lo más difícil: atrapar la atención del espectador, transmitir sentimientos (en eso Henry Hataway era único, en su retrato de la amistad y los vínculos para toda la vida que crea, como la lealtad y la generosidad), sentimientos que hoy por hoy, es complicado encontrar en nuestro cine.
Una película que envejece muy bien.