Interesante drama, con buen ritmo narrativo y ausencia de sentimentalismo barato.
El elemento que se subyace en esta película es el universal “el que dirán”, el miedo a lo que pensarán otras personas sobre lo que pienso, hago o vivo que se proyecta no sólo en el personaje central de la película sino, y esto creo que es el elemento diferenciador de esta película, en el resto de personajes del filme cuando de manera indirecta o directa se intenta persuadir, coartar y castrar la libertad de elección del protagonista bajo el pretexto de vivir conforme a los ideales, valores y conductas predeterminados y aceptados por la sociedad.
A destacar, por un lado, la actuación de la actriz que da vida a la mujer del protagonista de la película, caracterizada como una mujer despechada que intentará chantajear a su marido, incluso con sus propios hijos, para que reniegue de su auténtica identidad y viva en una farsa a la que ella denomina como familia.
Por otro lado, la actuación del amante-novio del protagonista, el cuál se nos representa como la persona más honesta de la película, sabedor de las consecuencias de vivir conforme a su libertad de elección (“el sufrimiento es parte de la vida”).
Por último, pero no menos importante, se nos representa el influyente papel de la religión en algunos sectores de la sociedad y como algunos correligionarios se lucran de ella haciendo negocio de las desgracias personales que sufren aquellas personas homosexuales que son marginadas por parte de la sociedad –paro, falta de ética personal, peligro para los menores-, y su propia familia –prohibición de ver hijos-, haciéndoles creer que son auténticos pecadores morales para que expíen sus pecados y vuelvan a ser considerados personas "normales".

Conclusión.- Notable drama que consigue entretener y reflexionar; remarcar unas interpretaciones muy por encima de la media de todo el elenco actoral que consiguen recrear con verosimilitud y matices los personajes de la historia. Por contraposición, la película tiene un relato previsible y, por tanto, es el el jota, caballo y rey propio de otras producciones de este subgénero de drama sobre discriminación.

Calificación: 6.0