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Voto de masmalouw:
7
Drama Inglaterra, siglo XVII. Oliver Cromwell (Richard Harris) es anglicano y lucha contra la corrupción y el catolicismo. Cromwell no está de acuerdo con la tiranía del rey Carlos I (Alec Guinness), y tiene la intención de viajar con su familia al Nuevo Mundo. Pero, la víspera de su partida se verá envuelto en una complicada trama que desembocaría en una guerra civil entre los partidarios del rey y los del Parlamento y que hizo que Cromwell ... [+]
31 de agosto de 2010
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece razonable someter al largometraje, en razón de que se trata de una película histórica, al escrutinio de dos valoraciones: la primera centrándonos única y exclusivamente en el aspecto “técnico” del filme, dirigida para todos aquellos que nos importase una mierda y ni siquiera nos dignásemos a mirar quien coño era el señor Cromwell y lo que hizo con su vida. La segunda recaería sobre el fondo, para todo aquel que sienta una mínima curiosidad sobre la movida que paso en Inglaterra en 1642.

Respecto a la primera de los evaluaciones tengo que confesar que disfrute de esta superproducción de época cual abuelo viendo las películas de John Wayne. Unos escenarios chulísimos, un vestuario inmejorable, y unos personajes de principios y moral intachable, todos ellos con una oratoria, saber estar y modales propios de los niños bien de la sociedad británica. En especial los dos mandamases del percal; Cromwell y el Rey, provistos en todo momento de la frase perfecta para el momento perfecto. Amen de la cantidad de panoja que supuraba la producción, con esas escenas de batallas inmejorablemente curradas: un 10.

Ahora bien, ese tufillo panfletero de la peli intentándonos vender al sanguinario de Cromwell como el molamás del corral ya no me motivo tanto.
Por una parte la peli quiere mostrar al Rey, aunque le hayan encasquetado el papel de malo, como un monarca noble y justo igualito que los que tenían en Inglaterra en los años 70, y por otro lado nos presentan a Cromwell como el salvador del protestantismo y la democracia parlamentaria. El rey era un monarca absolutista que hacia lo que tenia que hacer, mandar y recaudar impuestos para sus lujos, y Cronwell, era un oportunista que usando como estandarte la libertad del pueblo se convirtió en un déspota peor al que había derrocado. Mas lecturas no valen. Un 4.

Nota media 7.
masmalouw
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