Tengo que reconocer que era la cinta que más ganas tenía que llegase, ya que mi género favorito es el drama deportivo, en especial las cintas de boxeo (Rocky es mi película favorita), y cada vez que veía el tráiler se me ponía dura hablando mal. Si además sumanos que Bale había perdido 20 kg. para el papel, y que la crítica la dejado por las nubes, pues más aún...

Y la cinta no me ha defraudado, es la historia de siempre, sí, pero narrada de forma impecable, con un actorazo en estado de gracia como Bale, que se come la pantalla, conmoviendote como ese ex-boxeador yonqui, que se resigna a darse por vencido, por no hablar de Melissa Leo, excelente como la madre controladora de los hermanos. Wahlberg y Amy Adams (bellísima), están bien, ya que el primero poco puede hacer con un papel tan sosito como el que tenía.

El director ha sabido hacer una cinta que no aburre en ningún momento, y que consigue ser un oasis entre tanta mediocridad en la cartelera. Buen guión, y grandes actuaciones, todo ello con superación personal, y deporte. ¿Se puede pedir algo más?

Lo mejor: Christian Bale.
Lo peor: No cuenta nada nuevo, pero eso es lo de menos.