Si ver una película donde aparece el Van Damme repartiendo mamporros puede llegar a ser una experiencia traumática, ver una película donde aparece disfrazado de payaso y caracterizado cual abuelete dando tundas, ¡ya ni les cuento! Y que, para colmo, las emitan en horario tan abierto. ¿Es que ya nadie piensa en los niños?


Y a continuación, una colección de momentos bochornosos:

¤ El combate entre el representante de Japón y el de Turquía. Brutal cuando el turco escamocha su cabeza contra el torso del japonés y, acto seguido, cae desmayado.

¤ El representante de China. ¿Que era, un mono, un orangután, Aznar o las tres opciones al mismo tiempo?

¤ Que todos los representantes sean crueles (el de Mongolia), chulos (el de Turquía), tontainas (el de España) e, incluso, carne de psiquiátrico (el de China, y sino, ¿a cuento de qué vienen esos saltitos tan tremendamente exagerados?) menos el de EEUU, claro, que es honesto, muy humano y magnánimo. ¡¡Haberle metido una coronilla y unas alas, ya puestos!! ¡¡Venga, hombre!!

¤ El inverosímil encuentro Alemania vs. EEUU. ¿No podía faltar, verdad? Ahí los americanos marcando tendencia. Patético...

¤ Los execrables momentos a lo Street fighter. ¿Que es, una pelea entre dos contrincantes de distintos paises, o un torneo entre Guile (el Van Damme), Blanca (el chino, con esos movimientos), Sagat (el mongol) y demás...? Vamos, sólo faltaba que al final del combate alguien soltase la coletilla aquella de... "Guile wins!!!"


PD: El día que vea al Cage en una peli de esas, y vea como le parten el morro, sabré que dios está conmigo