“De los errores se aprende”, o eso dicen, pero como servidor es muy puñetero y cree que el dicho en cuestión sólo viene a significar que si has cometido un error, puedes volver a cometerlo, ya venía advertido.
"Knocked up" es buena, sí, pero también extremadamente larga, cosa que puede conllevar al desinterés en ciertos puntos o al hastio en otros, aunque reconozco que a mi ni una cosa ni la otra, me ha sabido sonsacar las sonrisas más sinceras cuando era necesario y me ha reportado buenas dosis de entretenimiento repartidas por todo el metraje que la han hecho, en ocasiones, algo ligeramente alejado de los tópicos y, en especial, del típico humor estadounidense al que nos estamos acostumbrando gracias a la comedieta de ámbito juvenil que nos viene apabullando últimamente, y en otras algo que sí se acerca más al típico engranaje donde una comedia romántica parece que deba depositar sus ejes obligatoriamente hoy en día.

Quizá, o incluso diría que puede afirmarse con total seguridad, lo mejor de "Knocked up" es el hecho de buscar la carcajada no basándose sencillamente en gags, sino aprovechando las situaciones en las que se ven inmersos los protagonistas y los hilariantes diálogos que estas pueden llegar a propiciar en determinados momentos.
En cuanto al fondo, no es nada nuevo o que no se haya visto anteriormente: La búsqueda de una huida ante el temor a una responsabilidad mayor, la fuerza de voluntad para superar según que situaciones y, finalmente, hallar una identidad propia acorde con todo lo que te rodea sin, por ese motivo, tener que echar tu personalidad a un lado.

Judd Apatow, pues, ha demostrado nuevamente ser uno de los artífices más inteligentes e interesantes en cuanto a la consecución de comedias de este tipo, en las que uno encuentra un espacio en el que evadirse y sonreir hasta el término de la misma, logrando que personajes de todo tipo, desde los descuidados y pasotas compañeros del protagonista, hasta el marido desinhibido logren, como mínimo, resultar simpáticos, aunque puede que verdaderamente esté ahí el problema, pues por simpáticos que resulten, nunca llegan a calar todo lo hondo que podrían haber calado, quizá debido a una trama que desea abarcar demasiado y, aunque al final lo desarrolla bien, termina por resultar algo irregular, o quizá porque esos personajes requieren más trechos identificativos en los que el espectador pueda hallar algo más que una ventana algo macarra al entretenimiento, quien sabe. Aun y así, de seguir por este camino, seguro que Apatow deparará más de una sorpresa. Segurísimo.