Bueno, resulta que nuestra prota es la sherif del lugar, se convierte en policía así por que sí, es la suprema autoridad, caza en soledad, no hay más autoridad, no hay nada, solo está ella. Caperucita va al bosque y bien, su olfato puede ser muy bueno pero resolver una escena como la del cofre en dos segundos y tan directamente me parece excesivo. Ahora viene lo bueno, la sherif quiere pistas, entonces va al lugar del crimen, zona acordonada, la que supuestamente debe haber sido investigada por policías (de verdad), forenses y una larga lista de profesionales del medio, bueno, esta mujer, la señorita Emma va a la escena del crimen y tarda unos dos segundos en encontrar una pista, nada menos que un trozo de pala, de las grandes, para lo que se supone es un hoyo de paupérrimas dimensiones, vamos que esta señora llega y... voila!, un trozo de pala que se veía a simple vista, ninguno de los supuestos profesionales hayaron nada en la escena. Bueno partamos de la base de que no existe nadie más allí, esta señora es sherif, es policía, es forense, lo es todo. Como no, la mujer se dirige a la casa de la reina malvada y en el primer sitio al que entra, voilà!, una enorme pala cual exposición de museo a la que tachan! le falta un trozo.

Lo siento, entiendo que es una serie de ficción y que tengo que mantener mi lógica apaciguada pero no puedo pasar por alto cosas así, cosas tan casuales, tan meditadas y faciolongas, y ya no es en sí el echo, es que es también la fugacidad de resolución de los echos, y esto en esta serie se aplica a todo, a un niño que despierta de un coma como cual pésimo interprete practica una escena de despertar, todo, absolutamente todo se sucede de manera fugaz y gratuita, parece como si lo guionistas tuvieran prisa. Los clímax no son creíbles y los momentos emocionales tampoco lo son y desde luego tampoco ayudan demasiado las pésimas interpretaciones. Quiero añadir que no solo me parece pésima la labor de los guionistas, que obviamente nos la quieren meter doblada como con Lost pero esta vez a lo grande, sin pretensiones y con cinismo, la dirección también es pésima por como resuelve todo lo que acontece. También mencionar el símil respecto a perdidos, bebe absolutamente de esa fórmula, pasados, conexiones, juegos de espacio-tiempo... y el comienzo de enredos y enredos y multi-tramas dentro de multi-tramas que estoy seguro de tener éxito no resolverán como ya hicieran con Lost, ofreciéndonos de nuevo un final que sin duda es el peor final que se haya escrito para una serie, por cientos de motivos que ahora no voy a mencionar porque esta es una crítica sobre Érase una vez.

En la segunda temporada nos meten a Mulán que no pega ni con cola. La maldición entre maldiciones no afecta a todo el reino, ya empiezan con incongruencias, no es la única ni mucho menos. La serie es una amalgama de constantes incongruencias a medida que avanza, nadie puede salir y entrar de Storybrooke ni tampoco pueden recordar quienes son, claro que los guionistas pueden cambiar esto cuando les de la gana, de echo ya lo hacen. El verdadero príncipe azul instruido como absoluto guerrero no es capaz de batirse en duelo con otro guerrero, pero el gemelo plebeyo que ha vivido toda su vida en el campo produciendo trigo es capaz de matar al más temible de los dragones, lo pasaría por alto si la serie no se habría sucedido en la estupidez más disparatada. Posiblemente esta serie tenga éxito porque este tipo de productos suelen tenerlo.

Antes de terminar quiero matizar que esta no es simplemente una opinión subjetiva de alguien decepcionado, que no es ninguna crítica gratuita, si seguimos tragando con la mediocridad no sino otra cosa más que eso nos seguirán sirviendo.