Cambiaron de aires y se pasaron.

Esta película parte del nuevo concepto de falsa secuela, o lo que es lo mismo, que la primera sea "cine dentro de cine" y la siguiente enfoque la "realidad"

Tenemos de actor a una persona con retraso, que borda el papel de psicópata loco hasta un punto impresionante.
Apenas se echará de menos al doctor de la primera entrega, en todo caso le echaríamos de menos al ser más "suave" que este.

Esta persona está obsesionada con el tema del cienpiés humano, y decide llevarlo a cabo a su manera.

Curioso ver el verdadero amor que siente hacia su "proyecto", siento rabia, pena o alegría según los fracasos o los avances.

La película bebe de un toque de frescura que le supone el blanco y negro, dándole una mayor seriedad (también para tapar algún defecto) y la crudeza y sensación de dolor que experimentaremos crecerá hasta puntos insospechados.

Pero se pasa.

Se puede cuidar una idea absurda, una idea enfermiza, se puede cuidar el gore, el dolor, o las reacciones in motivos.
Pero la película próxima a su final simplemente se pasa de cruda y absurda.

Lo que evolucionaba como una continuación curiosa acaba como una película de mal gusto (dentro del mal gusto)