Atención, que nada mas empezar la película sale Milla Jovovich advirtiéndonos muy seria que todo lo que vamos a ver a continuación es real. Mal empezamos ya. En la mentira está la trampa y en la trampa la verdad falseada y el marketing puro, para vender algo que de otra forma no habría colado.
La cuarta fase tiene toda la pinta de convertirse en una historia al estilo del monstruo del lago Ness, que transita entre la leyenda, la mentira y la pseudo-verdad.
El director y guionista de este film de nombre y apellido tan impronunciable como enigmática es su película, nos trata de vender una historia con un concepto muy tergiversado, como es el de las abducciones alienígenas, pero combinado con supuestas imágenes reales de un documental que nunca existió, para hacer que la historia no pierda fuelle. Por otro lado, la actuación de Milla Jovovich es pésima, por eso tienen que inventarse a una supuesta doctora, y unas impactantes imágenes que en muchos casos están de más, para que la película acojone y así de paso salga el espectador contento por el dinero gastado en este truño de seudo-posesión alienígena. Porque lo cierto es que si no fuese por ese escabroso documental que se sacan de la manga, la película no se habría ni rodado.