Cuando me disponía a ver esta película, pensé que por el título: (Caníbal), iba a ver a una especie de Hannibal Lecter a la española, pero la verdad, sin muchas esperanzas de que Antonio de la Torre se convirtiera siquiera en una especie de aprendiz barato de Anthony Hopkins.

Analizando detenidamente la película, vemos que el peligroso y sádico caníbal que nos tratan de vender en esta tediosa película, es en realidad un sastre soso y aburrido de la vida, que come pechugas de pollo, mas bien lozano y bien parecido, con un aire facial que recuerda al jugador de fútbol Sergio Ramos, y es que su expresión destila de todo menos inquietud cuando nos viene a la mente el rostro de un verdadero caníbal del celuloide como es Anthony Hopkins, en la piel de Hannibal Lecter.

Si bien la película empieza con una mujer desnuda y un inexpresivo Antonio de la Torre llevando en brazos el cuerpo desnudo de una mujer; como se puede ver en la portada de la película, lo que sigue a continuación es una broma de mal gusto al espectador. Nos engañan como tontos, hasta que nos damos cuenta de que el tal caníbal es en realidad una fantasía envuelta en un humo condensado, que no deja ver su verdadera naturaleza, que es la de un simple sastre de pueblo aburrido, que nos muestra una serie de escenas cotidianas de su vida diaria alargadas hasta el sopor más extremo y absurdo. Debo confesar con cierto sonrojo y vergüenza ajena, que en mas de una ocasión mi boca se abrió emulando al salvaje león de la Metro Goldwyn Meyer debido al mas tortuoso aburrimiento de este canibal de pueblo, y es que seamos sinceros, si este antropófago realmente te atrapa en su misterio y su sadismo salvaje, como he leído en algunas críticas de esta sección, mejor no veas a Anthony Hopkins interpretando a Hannibal Lecter porque igual te mueres del susto. Luego dicen que el cine español pasa por momentos difíciles, gracias a este tipo de bazofias no me extraña nada.