Película de bajo presupuesto, cuenta la historia de los Masterson, una familia perteneciente a una congregación religiosa, que una noche fue asesinada en su casa, en circunstancias extrañas. Veinte años más tarde, el dueño de la casa, contrata los servicios de Carter Simms una cazafantasmas experimentada, con el fin de investigar los sucesos inexplicables que se dan en esa casa maldita. Acompañándola en su investigación encontramos a un joven cámara con la misión de filmar todo lo que ocurra allí y a una periodista para documentar por escrito los extraños sucesos que se produzcan. Cerrando el cuarteto, hará su aparición una misteriosa muchacha de fuertes convicciones religiosas, enviada por la congregación de la iglesia a la que pertenecía la familia del pastor Masterson.

La película entra dentro del género de casas encantadas. Pretende ser una especie de documento visual grabado con cámara en mano, relatando la estancia en la casa de Carter Simms, pero solo podemos ver unas cuantas escenas en ese estilo, puesto que la película está rodada de la forma habitual.

En la historia se mezclan conceptos tan manidos como la religión, el compañerismo, los sucesos extraños o la teoría parasicológica de la que se valen los buscadores de fantasmas, mezclado con algunos sustos de baja intensidad a lo Paranormal Activity, para rematar con un final de película bastante predecible. Sin duda alguna, estamos ante una cinta que en su momento pretendió impactar al decirnos que estaba basada en hechos reales, pero que se quedó en una historia aburrida con pocos sustos y muchos diálogos, innecesarios en la mayoría de los casos.